Guía turística para fiebres de ‘Game of Thrones’, ‘Harry Potter’ y ‘Breaking Bad’
La tendencia de recorrer el mundo para conocer las grabaciones de las grandes películas cada vez es más frecuente. ¿Se ha preguntado dónde está la tumba de Dobby o la Comarca de los hobbits?
Nuestras películas y series favoritas nos han fascinado por hacernos sentir parte de ciudades o universos imposibles; por esa capacidad de fantasear con estar batallando en el desierto más árido del mundo o pilotar en una galaxia demasiado lejana.
Según un estudio publicado por la Escuela Europea de Dirección y Empresa, más de 80 millones de turistas en todo el mundo eligieron sus vacaciones, el año pasado, para satisfacer ese interés de conocer sitios donde fueron filmados algunos de los títulos que más culto arrastran en el orbe.
No es de extrañarse; la llegada al mercado de plataformas de streaming como HBO Max, Netflix, Amazon Prime Video y Disney Plus ha estimulado ese interés turístico. Sería imposible condensar todos los destinos temáticos que existen en el mundo, pero para dar unos pincelazos al respecto resumimos algunos de los sitios más emblemáticos por continente en este texto.
América
Un buen punto de inicio para el turismo cinéfilo podría ser para los fanáticos de Breaking Bad, la maravillosa serie estrenada en el 2008 que nadie puede olvidar y que está considerada una de las mejores producciones televisivas de todos los tiempos (disponible en Netflix). El hogar de su protagonista, el profesor de química convertido en criminal Walter White, se encuentra en Piermont Drive, en Alburquerque, justo en la casa 3828.
La historia fuera de la ficción es que, durante 40 años, esta ha sido la vivienda de una residente llamada Frances Padilla, quien cedió los derechos de imagen de su casa a AMC Networks y ahora ve cómo su hogar se convirtió en un destino turístico que recibe a más 400 fanáticos por mes.
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Dentro del mismo universo de Walter White, no se puede olvidar el legendario local de Los Pollos Hermanos, la ficticia cadena de comidas rápidas que servía de fachada para el imperio criminal de Gustavo Fring. Precisamente, el establecimiento donde se grabaron las escenas sí es un restaurante, pero lleva el nombre de Twisters. Además, en esa misma ciudad de Nuevo México es fácil ubicar la oficina del abogado Saul Goodman, que en la vida real es una bar llamado Hooligan´s Tavern.
Además, recién se develaron dos estatuas en honor de Walter White y su compinche, Jesse Pinkman, en el centro de Albuquerque. Las estatuas fueron encargadas por el propio creador de la serie, Vince Gilligan, en el 2019 al escultor Trevor Grove.
Cambiando de ciudad, otro sitio de interés en Estados Unidos es el famoso Observatorio Griffith, en Los Ángeles, donde se han grabado infinidad de películas, como la aclamada La La Land. Ese sitio pasó a la historia como el primer planetario con aparición en una película gracias al clasico Rebelde sin causa, cinta de 1955. Luego se filmaron ahí otros títulos como Transformers, Yes Man y otras 43 películas.
Si pasamos a México, no está de más recordar que en las playas de Rosarito, Baja California, fue donde James Cameron filmó buena parte de Titanic, un sitio imperdible puesto que también se rodaron ahí partes de las cintas Pearl Harbor y Todo está perdido.
Siempre en suelo azteca, Quentin Tarantino eligió las costas de Jalisco y Colima para que “la Novia”, interpretada por Uma Thurman, llevara a cabo su viaje de venganza en Kill Bill Vol. 2.
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Bajando en el mapa, llegamos a Guatemala, donde las ruinas de una antigua ciudad maya en el Parque Nacional Tikal se convirtieron en el hogar de una Base Rebelde en la selva de la luna Yavin IV, en el Episodio IV de Star Wars, lanzado en 1977. Este sitio fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO dos años después, en 1979.
Costa Rica, naturalmente, también ha sido testigo de filmaciones de alto nivel. Las extensas llanuras de San Carlos proporcionaron los paisajes agrestes del planeta de After Earth, cinta de M. Night Shyamalan lanzada en el 2013, así como de la película Congo de Frank Marshall, estrenada en 1995. Ninguna de estas cintas resultaron especialmente memorables pero el volcán Arenal se lució en ellas.
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Tres años después, la actriz y modelo Cara Delevigne vino a Sarapiquí a grabar una pequeña secuencia de Escuadrón Suicida. La Hacienda Sueño Azul fue el set natural que dio lugar a una de las escenas de apertura de esta pésima cinta de villanos de DC, dirigida por David Ayer.
Por supuesto, no se puede olvidar una de las megaproducciones más emblemáticas grabadas en suelo tico. A orillas del mar Caribe, el español Carlos Saura eligió a Costa Rica, en 1988, para su historia de conquistadores titulada El Dorado, que aprovechó a más no poder el Parque Nacional de Tortuguero.
Si hubiese que elegir un sitio en Sudamérica para visitar con estos propósitos, no puede faltar la ciudad de Ushuaia, Argentina, donde sus famosas cataratas se han convertido en emblemas de múltiples filmes. Por supuesto, la cinta Happy Together de Wong Kar-wai usó estas cataratas, ubicadas en Tierra del Fuego, como un símbolo principal para la intensa historia de dos amantes, pero también ha sido testigo de producciones como El viaje, La fuga y La reconstrucción.
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Europa
Ya en territorio europeo, existe un establecimiento infaltable en una visita planeada para cinéfilos. Por supuesto, hablamos de Estudios Cinecittà, donde más de 3.000 películas han sido rodadas en esta “fábrica de sueños”, ubicada a pocos kilómetros de Roma.
En Cinecittà se han rodado obras maestras que obtuvieron hasta 47 premios Óscar, con películas como Vacaciones en Roma, Ben Hur, La dolce vita, Cleopatra, Romeo y Julieta, El último emperador, Gladiator y Gangs of New York. Existe todo un recorrido preparado por estos estudios, que explica los orígenes del estudio y anécdotas especiales sobre cada película.
Otro sitio infaltable con este carácter se ubica en Leavesden, Londres, con los estudios de Warner Bros. Pictures. Allí hay una filial dedicada exclusivamente al mundo mágico de Harry Potter, donde se puede disfrutar un desayuno en el gran salón de Hogwarts, vestidos con los atuendos de las casas del colegio en algunos de los sets donde se grabaron las películas.
También se realizan recorridos por todo el castillo, donde el equipo de producción conservó muchos de los decorados y ropas que se crearon para la saga.
Aún así, la producción salió a filmar en sitios naturales como Virginia Water, una villa en Inglaterra que sirvió como el lago de Hogwarts. Harry lo sobrevuela subido en el Hipogrifo en El prisionero de Azkaban y allí es donde Hermione le transmite mensajes a Harry y Ron en Harry Potter y el cáliz de fuego.
Otro de los sitios más significativos es donde Dobby, el elfo doméstico que acompaña a Harry y a sus amigos desde el segundo libro, fallece. Su muerte fue filmada en la playa de Freshwater West, en Gales, y hoy se encuentran miles de piedras para rendir homenaje al querido personaje.
Sobre Game of Thrones también hay cabida. Parte de los escenarios originales de la aclamada serie de HBO que corresponden a King’s Landing fueron rodados en Croacia. En Dubrovnik se pueden encontrar calles y murallas que recrean este lugar. De hecho, la vía de la vergüenza de Cercei Lannister se encuentra allí.
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En Islandia se puede ubicar la cueva con aguas termales donde Ygritte y Jon Snow tuvieron un encuentro amoroso: allí se llama Grjótagjá lava cave. Por otra parte, en el condado de Antrim de Irlanda del Norte, conocido como Magheramorne, se dio vida a los escenarios de otros puntos de referencia de la serie, como Castle Black, Hardhome y The Wall.
Volviendo al universo de Star Wars, en Europa también se pueden encontrar sitios de filmación de la franquicia galáctica. Por ejemplo, para la recreación del planeta Naboo, de donde es originaria Padme Amidala, se utilizó la Plaza de España de Sevilla como escenario.
Para seguir hablando de sagas, no podemos obviar a James Bond. El mítico agente, en su era de Daniel Craig, es recordado por su pasaje en Matera, Italia, una cautivante villa que se asegura es una de las ciudades más antiguas del mundo.
Allí sucede la impresionante escena que abre No Time To Die por veinte minutos, tiempo en que el espectador queda completamente atrapado por el escape que 007 trata de ejecutar junto con su amante Madeleine. Curiosamente, esta ciudad ha servido de escenario a otras películas como La Pasión de Cristo, de Mel Gibson.
Asia
Pensar en el cine de Oriente remite inevitablemente al Studio Ghibli, productora de queridas obras animadas como El Viaje de Chihiro, Mi vecino Totoro, La princesa Mononoke, Howl’s Moving Castle, Kiki’s Delivery Service, entre otros.
Si quiere sentirse dentro de estos universos, debe visitar el Museo Ghibli, en el parque Inokashira de Mitaka, el cual está en el barrio de Kichijoji, al oeste de Tokio.
El propio museo fue diseñado por el legendario cineasta Hayao Miyazaki y supervisado por su hijo Goro Miyazaki, por lo que se incluyen atracciones interactivas y salones que explican cómo se hizo cada una de las películas pertenecientes a esta franquicia.
Entre las atracciones está la sala del Gato-Bus, una reproducción del tierno vehículo que aparece en la película Mi Vecino Totoro.
Para seguir en la línea del animé, también existe un sitio para los fanáticos de la franquicia Neon Genesis Evangelion. Antes, habúia todo un museo con la historia de cómo se hizo la mítica serie.
El sitio se llamaba Evangelion World y fue cerrado durante la pandemia, pero en esa misma ubicación (un parque llamado Fuji-Q Highland), aún queda un simulador de vuelo llamado Evangelion the Flight, en “donde puedes experimentar la abrumadora sensación de inmersión como si realmente hubieras entrado en el mundo de Evangelion”, según cuenta la producción. Este parque se encuentra en Fujiyoshida, Yamanashi, en Japón.
Allí mismo está la estación de Tōgendai, donde toda la sala, incluidas las paredes, el piso y las puertas del ascensor, está decorada con motivos de la sede de Nerv (el centro de operaciones de la serie) y se pueden encontrar algunos modelos de los mechas de Evangelion.
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Oceanía
El director de la trilogía de El Señor de los Anillos, Peter Jackson, siempre soñó con llevar los libros de J.R. R. Tolkien a la gran pantalla, con la fe de que su país natal, Nueva Zelanda, se convirtiera en la Tierra Media.
En una granja de la isla Norte, llamada Matamata, fácilmente se encuentra el pueblito que se convirtió en la Comarca. Es una ciudad con unos 8.000 habitantes, donde toda la comunidad sumó fuerzas para convertirse en un lugar de referencia para los cinéfilos.
Aunque los decorados de la producción fueron desmontados, según se acordó con la productora, hubo un remontaje del diseño de la película cuando se produjo la trilogía de El Hobbit. Desde entonces, este pueblo de Nueva Zelanda se ha convertido en una parada obligatoria para sentir la vida de los hobbits.
También en Nueva Zelanda hay otros sitios de ensueño sobre esta franquicia. La casa de Elrond, donde se formó la comunidad del Anillo, así como otros paisajes como el sitio donde Aragorn y Arwen se besaron, está ubicado en el Parque Regional Katioke, a las afueras de Wellington, al sur de la isla Norte de Nueva Zelanda. Un sitio inolvidable.
Por supuesto, no puede faltar visitar el Tongariro National Park, ya que allí se encuentra el volcán Ngauruhoe, el encargado de representar al Monte del Fuego en las películas de El Señor de los Anillos.
Y para situar otro sitio emblemático en Oceanía cabe destacar las producciones apocalípticas de Mad Max, que fueron dirigidas por George Miller. Este cineasta también quiso llevar la fantasía a su propio país, Australia.
El desierto de esa nación sirvió para recrear ese árido futuro, donde una guerra nuclear ha dejado al mundo con escasez de agua y combustible. Después de la segunda película, un inglés llamado Adrian Bennett se mudó hasta Australia con toda su familia, consiguió objetos de la película y montó su propio museo en la ciudad de Silverton. Aún permanece este sitio con reliquias de una franquicia que muchas generaciones adoran.
Africa
La última de las aventuras de John Wick, el héroe de traje y corbata interpretado por Keanu Reeves, nos llevó hasta Marruecos para atestiguar su odisea. La mayor parte del metraje de esta cinta, titulada Parabellum, ocurre en las calles principales de Casablanca y en las aceras de la ciudad vieja de la Medina de Marrakech, la cual ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad.
También en el filme se miran las murallas de Essaouira, en escenas donde se puede admirar el océano Atlántico al fondo. En otra parte de la película, John se queda solo en el desierto del Sahara.
Otro sitio emblemático en el territorio africano se debe a Diamante de sangre, película que se filmó enteramente en este continente. La mayor parte del rodaje tuvo lugar en la costa de Sudáfrica, en una zona cercana a Port Edward, en la provincia de Kwa Zulu Natal.
Es conocida la historia que el diseñador de producción, Dan Weil, se fascinó con el paisaje de esta zona, al punto que trasladaron todos los decorados de producción desde el norte del país, donde primeramente se pensaba filmar.
En las afueras de la ciudad de Maputo, en la pequeña villa de pescadores Costa du Sol, fue donde se construyó la casa de la familia de Solomon antes del ataque por fuerzas rebeldes.
Por supuesto, hay miles de ciudades más que son emblema para cada región. Con la ayuda de Google Maps y uno que otro blog turístico, recorrer las locaciones de las películas y series preferidas es un sueño más fácil de ubicar que nunca.