Dinamarca hizo todo lo que estaba en sus manos, pero no fue suficiente para alcanzar un billete para la fase final de la Nations League. Su triunfo ante una irreconocible Francia la pone en el escaparate a las puertas del Mundial, y reivindica que su papel en la última Eurocopa fue consecuencia del buen trabajo que se lleva haciendo desde hace años. Dos goles en el primer tiempo hundieron a la selección de un apagado
Mbappé (2-0).
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