Moncloa rechaza intercambiar con ERC Presupuestos por sedición
«Si salen adelante, que probablemente saldrán, van a ser los Presupuestos más caros para el Estado». Esta idea, de un portavoz parlamentario, refleja la sensación que predomina en el Congreso ante la negociación de las nuevas cuentas. El mercadeo del Gobierno y sus socios acelera esta semana ante el final del plazo (este viernes) para la presentación de enmiendas a la totalidad, y lo hará en un marco político más complicado que el del año pasado. Si ERC, PNV y Bildu echaron el resto en la negociación de 2021 con la idea de que probablemente serían los últimos Presupuestos de la legislatura, esta vez tienen la seguridad de que lo serán . Una circunstancia agravada por las convocatorias electorales de 2023. « Cualquier pacto con los socialistas tiene que estar muy justificado a partir de ahora , tiene que ser un trofeo con el que presentarse a las elecciones autonómicas y locales, donde ERC pugna con Junts y el PNV lo hace con Bildu», subraya otro dirigente parlamentario. Negociación en varias fases El Gobierno quiere que esos trofeos sean exclusivamente económicos y busca ya qué ofertar a ERC, PNV y EH Bildu para disuadirles de no presentar enmienda a la totalidad este viernes. Como explicó Mertxe Aizpurua (Bildu) la semana pasada, las reuniones con el Gobierno han sido «previas» y para fijar posiciones hasta el momento. Para esta semana, con la mirada puesta en el viernes, los socios esperan que empiece ya el intercambio de papeles. Noticia Relacionada estandar Si Sánchez trata de aplacar el pulso de PNV y ERC de cara a los Presupuestos Víctor Ruiz de Almirón El presidente anuncia 3.000 millones adicionales para frenar el aumento de precios de la energía En el ministerio de Hacienda certifican que hace ya días que «se está hablando» con esos socios desde una perspectiva económica. Aunque no creen que en las meras cuestiones meramente presupuestarias vaya a haber problemas son conscientes de que la negociación será hasta el último momento: « el año pasado no retiraron la amenaza (de presentar una enmienda a la totalidad) hasta el último momento», señalan en concreto en referencia al PNV. El fin del plazo de presentación de enmiendas a la totalidad será así la primera oportunidad que tendrán el Ejecutivo y sus socios para escenificar un principio de acuerdo o de lo contrario. Pero la fotografía no será en ningún caso definitiva ya que las enmiendas a la totalidad pueden retirarse hasta un minuto antes de ser votadas. Esta circunstancia unida a la cercanía de los comicios locales puede llevar a los socios del Gobierno a escenificar un mayor distanciamiento presentando enmiendas a la totalidad este viernes para retirarlas después. Esta estrategia puede extenderse hasta el 27 de octubre , cuando la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, llamará a votarlas. La negociación del Gobierno y sus socios tendrá, por tanto, varias fases. La primera, hasta el viernes, dirigida a evitar la presentación de enmiendas a la totalidad. Si no logra impedirlo, se abrirá una nueva etapa en la que el Gobierno estará obligado a ir más lejos para lograr que esas enmiendas sean retiradas. Y si las cuentas siguen adelante, comenzará después la negociación de la letra pequeña, enmienda a enmienda y pactando transacciones. El Gobierno quiere separar Aunque tanto ERC, como el PNV y EH Bildu han advertido que no descartan presentar enmienda a la totalidad, el más difícil de convencer es el republicano, que aspira a arrancar al Gobierno la eliminación del delito de sedición. En La Moncloa no comulgan con ese planteamiento. El Gobierno ha defendido desde el arranque de la legislatura que sería favorable a rebajar las penas del delito de sedición. Pero siempre ha defendido que «no hay mayoría suficiente» porque hasta la fecha ERC lo que ha defendido es la eliminación del delito. Fuentes de la cúpula del Gobierno resaltaban ayer a ABC que «no hay nada, ninguna novedad» respecto a esas posiciones en lo que respecta al delito de sedición. Y marcan a ERC que la negociación tiene que ser en términos económicos: «Los Presupuestos tienen su camino y no tienen nada que ver con la mesa de diálogo» , aseguran desde la mesa del Consejo de Ministros. El PNV, por su parte, aprieta al Gobierno para que ejecute ya el traspaso de las competencias prometidas al inicio de la legislatura y que ya deberían estar en manos de Ajuria Enea. Por contra, el grupo más fácil de convencer para que no presente enmienda a la totalidad es el que coordina Arnaldo Otegi. EH Bildu asegura que sus exigencias se centran en los Presupuestos, reclamando más partidas sociales y fiscales para los trabajadores y ciudadanos con menos recursos. También partidas territoriales para elevar las inversiones en infraestructuras en el País Vasco . Fuera de ello, el partido de Otegi reclama el desbloqueo de la ley de vivienda y convertir en definitivo el impuesto a las grandes fortunas. Pero el apoyo de este grupo (5 escaños) no es suficiente ya que las enmiendas a la totalidad se votan en bloque. PP y Vox ya han anunciado que las presentarán. Ciudadanos lo oficializará esta semana . Ya se cuentan por tanto con 149 votos a favor de tumbar las cuentas. A estos se añadirán probablemente más de una decena más (Junts, CUP, Coalición Canaria, Foro Asturias, Pablo Cambronero, Segio Sayas y Carlos García Adanero). 161 votos que serán contrarios al Gobierno. Si ERC (13) y PNV (6) se unieran a este bloque, los socialistas no tendrían mayoría al no poder sumar más de 168 (PSOE, Unidas Podemos, EH Bildu, PDeCAT, PRC, Teruel, Más País, Compromís, BNG) y las cuentas caerían. Es decir, que además de convencer a EH Bildu, el Gobierno debe seducir también a PNV o ERC.