Setién harta a la grada en tiempo récord
COMPONENTE Ficha Crónica 2301714 PESTAÑA j13-villarreal-mallorca-liga22/23 Crónica 4 Cuatro partidos han bastado para que Quique Setién agote la paciencia de los aficionados del Villarreal . Cuatro encuentros (un empate, en su debut, y tres derrotas consecutivas) en los que el equipo amarillo ha navegado a la deriva perdiendo las señas de identidad que le engrandecieron durante la etapa de Unai Emery . Ahí parece radicar el principal problema. Mientras Emery irrumpía de forma estelar en la Premier, triunfo por 3-1 con el Aston Villa ante el Manchester United, en su antiguo equipo ha dejado un agujero de considerables proporciones. El Villarreal repitió ante el Mallorca el mismo patrón que en los anteriores tres duelos del técnico cántabro: posesión estéril, dificultades extremas para generar ocasiones y una preocupante pelea con el gol. En definitiva, un equipo que aburre. El Mallorca necesitó poco para someter a un equipo desnortado. Un zarpazo de Muriqi en la primera mitad y otro de Amath tras la reanudación. Pudieron ser más, pero los baleares pecaron de candidez. El Villarreal, mientras, negado. Dueño del balón, pero sin saber qué hacer con él. Lento en sus acciones y absolutamente previsible. Un caramelo para cualquier equipo que se le cruce, como se ha venido demostrando en las dos última semanas. El resultado de todo lo anterior fue una grada cabreada que no dudó en proferir gritos contra el nuevo entrenador, pese a que apenas lleva doce días en el cargo. «Quique, vete ya», se escuchó corear en el Ciudad de Valencia antes de que una pitada monumental despidiese el partido. Y eso que buena parte de los aficionados no esperaron al silbato final para abandonar su asiento. «Soy un hombre de fe. Es normal que la gente muestre su malestar, pero no hemos podido entrenar demasiado. Es un contratiempo grande pero el equipo va a mejorar. Todavía no hemos entrenado como un equipo completo», decía un contrariado Setién a las cámaras de televisión nada más firmarse la derrota. Igual de abatido compareció Raúl Albiol , uno de los capitanes, que pidió paciencia y apoyo a la grada: «Nos tienen que ayudar. Es un momento difícil para todos. Ha habido un cambio y siempre cuesta. Hay que tener paciencia y seguir trabajando».