La esclavitud, según los guionistas, es uno de los temas más difíciles de llevar al cine, especialmente cuando se quiere conseguir precisión histórica, porque la gran mayoría de los esclavos dejaron pocos o ningún registro directo de lo que pensaban, sentían y creían. Si Quentin Tarantino fantaseó con este tema en ‘Django desencadenado’, Antoine Fuqua apuesta por utilizarlo para redimir a Will Smith en ‘Hacia la libertad’, un vehículo a la medida de un actor que pasó de ser el más querido de Hollywood a hundirse en su propia desgracia por culpa de un arrebato violento. El sopapo a Chris Rock en mitad de la última gala de los Oscar, cuando el humorista bromeó con la enfermedad de la mujer de Smith, hizo que todo el mundo le diera la espalda.
Pero ocho meses después de aquella fatídica gala (en la que se llevó el Oscar a mejor actor por ‘El método William’, aunque nadie lo recuerda ya) Will Smith volvió a reaparecer en público rodeado de su familia. Fue en la alfombra roja de presentación del filme, el pasado miércoles. Su llegada fue a lo grande, acompañado de su esposa Jada Pinkett Smith y sus tres hijos (Trey, de 30 años; Jaden, de 24, y Willow, de 22). Los Smith formalizaron así que son un frente unido ante las críticas. «Llevó años buscando un personaje que me enseñara el camino de la fe. Peter me ha mostrado el nivel de atrocidad del que es capaz el ser humano. Esta película me ha impactado emocionalmente y, como artista, le agradezco al personaje la lección recibida», expresó el actor tirando de ambigüedad tras pedir su jefe de prensa a los periodistas presentes que no le hicieran preguntas sobre la noche de los Oscar.
Will Smith en 'Hacia la libertad'
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Apple TV
«Cuando decidí rodar esta película, pensé que provocaría una conversación muy necesaria en la sociedad. A nivel personal, en este momento de mi vida, la cinta es pura poesía», admitió Smith, quien dejaba en cada respuesta una puerta abierta a que todo se pudiera interpretar como «el camino de salvación» que está recorriendo tras ver cómo la mayoría de sus compañeros le dieron de lado.
Will Smith (I)
Y es que el actor pasó gran parte de la noche del estreno toreando su situación personal y comparándola con la de su personaje. «Me di cuenta de que esta no era una película sobre la esclavitud; descubrí que era una película sobre la libertad, sobre la emancipación. Había visto las fotos de Peter y las cicatrices de su espalda, pero a medida que me metí en el papel y experimenté su sufrimiento, su fe, su amor hacia Dios, entendí que la libertad se vive desde dentro de uno mismo», apuntó el intérprete, que durante la alfombra roja y el posterior encuentro con varios medios, entre ellos ABC, no dejó de mencionar a Dios y lanzar mensajes llenos de espiritualidad.
Otra actuación de premio
A pesar de haber sido expulsado de la Academia de Cine, Smith podría ser nominado al Oscar como mejor actor, una hazaña que añadiría morbo a su extraña situación profesional. «Peter vive en mi corazón y cualquier reconocimiento le pertenece por todo lo que sufrió. Nadie se salva de llevar su cruz y, para mí, este filme ha sido una enorme transformación espiritual». El regreso de Smith ante los focos de los fotógrafos ha estado precedido por un ‘mea culpa’ pactado con el programa ‘The Daily Show’, donde, entre lágrimas, dijo sobre el incidente con Chris Rock: «Di rienda suelta a una rabia reprimida durante mucho tiempo. Como muchas personas heridas, acabé haciendo daño». Por su parte, Antoine Fuqua, el director de ‘Hacia la libertad’, que estrena hoy Apple TV, lo tiene claro y, para él, el problema no es Will Smith. «Hoy parece que estamos olvidando el pasado, lo cual es peligroso. No debemos dejarnos engañar por el dinero y los diamantes», dijo, demostrando que también maneja los códigos del doble sentido.
Juntos firman en la película una biografía de Peter, un esclavo que se convirtió en un símbolo en Estados Unidos cuando una foto de las cicatrices de su espalda circuló por todo el país durante la Guerra Civil. La imagen se publicó en ‘Harper ‘s Weekly’ en 1863 bajo el título ‘Peter azotado’. «Algunas personas piensan que nacimos cuando Barack Obama era presidente, pero mientras veía morir a George Floyd en la calle, me enfurecí tanto que decidí contar esta historia. Quería que el impacto emocional de este proyecto superará cualquier controversia . Mi esperanza es que la gente la vea y se deje llevar por la gran actuación de Will», admitió Fuqua, que ha construido un personaje a la medida de un Smith acostumbrado siempre a ser el héroe. «Me pareció que era importante que Will lo protagonizara para que el público pudiera entender que en 1863, alguien amado y admirado como él, sería un esclavo», lamentó.
