Pelé jamás humilló a un rival
Durante años, he escuchado en cientos de debates «Yo no vi jugar a Pelé, pero...» para intentar argumentar después qué jugador era el mejor de la historia. Yo sí tuve la fortuna de ver jugar a Pelé y el privilegio de enfrentarme a él durante ocho años en Brasil. Y para todos aquellos que dicen «Maradona hizo esto, Ronaldo hizo aquello, Messi ha hecho esto...», yo les digo que Pelé ya lo hizo mucho tiempo antes. Y ganó tres Mundiales siendo el líder de Brasil, que se dice pronto. Mi vida futbolística siempre ha estado unida de algún modo a Pelé. Mi debut como profesional, con 18 años en el Sao Bento, fue contra el Santos de Pelé. Nos ganaron 4-3 y él nos marcó dos o tres goles. Era fabuloso verle. Vivía para el gol, aunque él era muchísimo más. Su forma de driblar, su velocidad para de repente parar en seco, su poderoso salto de cabeza... Te la ganaba siempre y eso que yo le sacaba media cabeza. Pero lo que más destacaba era su humildad. Para nosotros Pelé era de otro mundo y él, desde que empezábamos, nos trataba a todos los rivales con sumo respeto. Yo en el primer partido no me atrevía ni a mirarlo. Asustaba, pero era un caballero. Era capaz de hacer cualquier cosa con el balón, jamás un regate de más para humillar al contrario. Noticias Relacionadas estandar Si Pelé, el hombre que veía el fútbol como Dios Pedro García Cuartango estandar Si Pelé, el rey del fútbol que sabía cantar y componer canciones Nacho Serrano Sólo pude jugar una vez compartiendo equipo con Pelé, con Brasil en un amistoso de homenaje a Garrincha con Maracaná lleno (1973). Nunca olvidaré ese día y encima ganamos 2-1. Él hizo el primero y yo el segundo. Y ya retirado, también tuve la oportunidad de jugar un torneo de selecciones de veteranos que se llamaba la Copa Pelé. Él ya no jugaba, estaba para firmar autógrafos y un día se formó una cola que daba la vuelta a un estadio para que les firmara Pelé. Y él ahí, sentadito, haciendo feliz a todo el mundo. Yo mismo y mi hija tenemos camisas firmadas por él. Pelé llenó de alegría a mucha gente, jugando al fútbol, y después con su labor fuera del campo. Fue el mejor embajador de Brasil, todo el mundo nos conocía por el Santos de Pelé. Ayudaba a todos, cuando entró en política hizo la Ley Pelé para mejorar las condiciones de los jugadores y que no fueran retenidos contra su voluntad en Brasil. Ha parado guerras en África... Era una persona fuera de serie. A esta vida venimos de paseo y Pelé fue un ejemplo para todos por su alegría de vivir. Por encima del futbolista, valía más su humildad. Me saco el sombrero por Pelé. Es ley de vida, pero personas así nunca deberían morir.