Clásico Mundial
Cuba, por comer canguros para seguir con vida. El miércoles, a las 6:00 a.m., Cuba enfrentará a Australia en el primer juego de cuartos de final del torneo
Empujados por resortes terrenales y divinos, y empujándose ellos mismos con lo que les había faltado en los dos primeros juegos: bateo, el equipo Cuba se enfrentará a Australia el miércoles al amanecer en cuartos de final del quinto Clásico Mundial de Béisbol.
Se dieron todas las combinaciones para abrirles el camino y el Team Asere, como es llamado en redes sociales digitales, puso lo suyo con el madero y una motivación que hace soñar con otra actuación histórica.
Al término de la fase preliminar la selección firmó línea ofensiva (AVE/OBP/SLU) de .3197.390/.454, impulsaron a 21 de 66 corredores encontrados en posición anotadora, se tomaron 23 ponches y recibieron 15 boletos, según los datos aportados desde la sede por el estadístico Carlos del Pino.
De manera individual, las mejores notas fueron de Erisbel Arruebarrena (14-5, 1HR, 3CI), Yadir Drake (15-7, el que más imparables sonó), dos tubeyes y 2CI), Yoan Moncada (17-6, dos dobletes, 1HR, 5CI), Yadil Mujica (12-6, dos dobles y 6CI, líder en remolques del equipo) y el capitán Alfredo Despaigne (14-6, tres tubeyes y 3CI).
Con semejante desborde al ataque, picheo y defensa no estuvieron tan tensos en los choques decisivos. El staff trabajó para 3.25 de efectividad, con WHIP de 1.14, 38 ponches y 10 bases por bolas.
Yariel Rodríguez (4.0 INN, 3H, 6K y 1BB) y Roenis Elías (5.0INN, 2H, 3K y 1BB) rubricaron las mejores aperturas.
Del bullpen, los mayores elogios son para Miguel Romero (6.2 INN, 4H, 10 ponches, ¡cero BB! y ni una carrera concedida en tres actuaciones claves, una de ellas terminó con triunfo a su cuenta personal).
La defensa dejó un elevado promedio de .993, tras cometerse un solo error en 140 lances. Cinco bases robadas en seis intentos no es un buen dato, pero de antemano se sabía que esa iba a ser una de las vulnerabilidades del equipo.
Pero los números no lo dicen todo. La motivación del Team Asere es muy alta y en un torneo corto esa variable influye mucho en el rendimiento.
Con Australia se han jugado dos partidos en Clásicos. Cuba ganó en ambas ocasiones con bambinazos decisivos de por medio. En 2009, Yosvani Peraza sonó un palazo de emergente que subió el definitivo 5-4, mientras en 2017 fue Despaigne quien sentenció el choque por 4-3 con Grand Slam.
Ahora el plantel de la isla-continente avanzó como escolta del invicto Japón en el grupo B, dejando fuera a Corea, que lleva tres clásicos seguidos sin sobrevivir a la primera ronda.
Y cotejando las nóminas, no parece que a la tercera vayan a dar un buen brinco los canguros.
Como una familia está jugando el «team asere». Foto: Yuhki Ohboshi