Ansu Fati (20 años) ha vivido un auténtico calvario en los últimos dos años. La lesión que sufrió en su rodilla izquierda en noviembre de 2020, tras una dura entrada del entonces bético
Mandi, le envió al quirófano. Tenía roto el menisco y costó que dieran con la tecla. El doctor
Cugat le operó en primera instancia, pero la lesión no se encauzó bien y tuvo que pasar por más artroscopias. Una vez recuperado de su lesión de rodilla, sufrió un año después una lesión muscular en
Balaídos jugando contra el
Celta que le tuvo dos meses de baja. Y cuando reapareció, en
Copa en
San Mamés en enero de 2022, padeció una “lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna izquierda”. Otro parón forzoso y una decisión que tomar: operarse como le recomendaba el club o no hacerlo. Al final optó por un tratamiento conservador, que realizó en
Madrid con el fisioterapeuta
Joaquín Juan. En teoría debía ser más corto que el proceso de pasar por quirófano pero finalmente se alargó más de lo esperado.
Seguir leyendo...