Tras el 2-1, con gol de
Kessie en el minuto 92, ha sido tanta la matraca de cuatro días urdida por el Madrid y sus medios de comunicación afines - los oficiales, los paraoficiales y los entregados a la causa florentina-, que hacia falta un punto de cordura. Vale que en caliente,
Carlo Ancelotti levantase la ceja y dijese que tenía dudas sobre la acción del VAR, en el minuto 81, anulando el gol de
Marco Asensio por fuera de juego. Se entiende que pasar de pensar que estabas a 6 puntos del líder a, solo diez minutos más tarde, estar a 12 puntos a 12 jornadas por jugar, jode. Y más, cuando casi queda un tercio de la liga por disputar y estamos a mediados del mes de marzo. Y más si tu presidente te ha dejado tirado y no ha acudido al estadio en el partido más difícil de la temporada. Pero una vez se ha visto que el orsay de
Asensio es tan justo como científicamente claro, la pataleta llorona ya no tiene tanto sentido. Por eso es de subrayar y de agradecer que dos jugadores del Real Madrid, que son los primeros interesados en qué gane su equipo, sí hayan estado a la altura de las circunstancias y no se hayan sumado al ridículo generalizado. Enseguida
Carvajal fue el primero en llamar las cosas por su nombre. Luego fue
Nacho, ya con la selección española, que mostró su mejor cara como deportista. El polivalente defensa apoya el VAR, no duda del sistema e, incluso, admite que “
Gavi es un buen chaval”, justo cuando en Madrid le presentan, prácticamente, como el descendiente de Jack El Destripador. Ahora, cuando
Gavi juegue con España, verán lo de siempre: un tipo con garra que se deja la piel en el campo por el bien de su equipo.
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