El futuro político de Yolanda Díaz y Podemos afronta una semana importante –con la puesta de largo de la candidatura de la vicepresidenta segunda el próximo domingo, en el célebre pabellón Antonio Magariños de Madrid– y la pugna entre ambas partes no retrocede. Si nada cambia, el partido morado no estará presente en el evento del Domingo de Ramos, previsto justo antes de que se convoquen formalmente las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo. Al menos no de manera oficial, con su líder y su número dos, las ministras Ione Belarra e Irene Montero , presentes. Otra cosa es que algunos dirigentes de Podemos acudan a título individual, singularmente quienes más próximos están a la también titular de la cartera de Trabajo, como los integrantes de los comunes (la división catalana del partido) o algunos de sus más fieles, como el diputado gallego Antón Gómez-Reino. Noticia Relacionada Negociación de la coalición estandar Si Belarra y Montero plantarán a Díaz el día 2 porque no hay acuerdo con Sumar Gregoria Caro Podemos mantiene su pulso a pesar del lanzamiento de la vicepresidenta asistido por el PSOE Igualmente estarán dando aliento a Díaz las representantes de Más Madrid, Mónica García y Rita Maestre , la formación que lidera la oposición en la Asamblea madrileña y en el Ayuntamiento, por encima del PSOE y donde Podemos ha quedado reducido a un papel minoritario. Otra de las caras visibles que apoya a Díaz es el exdiputado canario Alberto Rodríguez. Precisamente el apoyo a la plataforma Sumar de la formación creada en su día por Íñigo Errejón , Más Madrid, como una escisión de Podemos, y de otras de carácter regional como la valenciana Compromís o la Chunta Aragonesista, es una de las heridas por las que respiran los de Belarra . La intención de Díaz de diluir al partido morado en un amplio magma de formaciones más pequeñas solivianta a un partido con implantación aún en todo el territorio nacional, y que reclama una negociación de igual a igual con Sumar, dentro de una coalición electoral al uso. Primarias y «mesa camilla» Un proceso que, como expresó recientemente el antiguo líder morado, Pablo Iglesias, debería incluir unas primarias abiertas a la ciudadanía, un modelo habitual en otras democracias de nuestro entorno, como la italiana o la francesa, y que también se aplica en EE.UU. pero con escasos precedentes en España. El pasado sábado, en uno de los actos que ha denominado «proceso de escucha», Díaz lanzó una velada pero clara advertencia a Podemos: «La gente no nos quiere hablando de nosotras mismas. Es más: no le interesa lo que hacemos en el interior de nuestras organizaciones. Digo más: no ganamos un país si lo que hacemos es defender una mesa camilla y hablar de listas electorales. Así no se gana un país, a nadie le interesan hoy las listas electorales», sentenció. De fondo está el control por el futuro grupo parlamentario. En Podemos cunde la sensación de que Díaz «no quiere primarias» y de que su modelo consiste en una 'uberización' de la política, «subcontratando» a distintos grupos políticos, tal y como lo describen gráficamente fuentes de la organización. Se remiten, además, al fiasco para la unidad de todo el espacio a la izquierda del PSOE que supusieron las elecciones en Andalucía del año pasado.