Una tarjeta con 90 euros para gastar en cualquier mercado: así funciona el bono valenciano para la cesta de la compra
La Generalitat Valenciana y las empresas de distribución de alimentación han alcanzado un acuerdo para abaratar la cesta de la compra a familias vulnerables a través de un bono comercial. El presidente valenciano, Ximo Puig, ha escenificado este martes el compromiso con los representantes de los supermercados y de las asociaciones de pequeño comercio, un programa e el que el Ejecutivo autonómico prevé invertir 48,4 millones de euros.
El acuerdo implica facilitar a las personas con rentas bajas –ingresos inferiores a los 21.000 euros– una tarjeta prepago, con forma de tarjeta bancaria, para la compra de alimentos, en el establecimiento que la persona prefiera, por un importe de 90 euros. La medida se ampara en las ayudas de emergencia para frenar el impacto de la inflación. “Ante la situación propiciada por la guerra iniciada por Putin se podía optar por el ‘sálvese quien pueda’ o por multiplicar la acción pública basada en la justicia social y trabajar por la mayoría, y hemos escogido la segunda opción”, ha indicado Puig al presentar el bono.
El bono consiste en una tarjeta con un saldo de 90 euros, que la persona beneficiaria recogerá en el lugar que se le indique. Los 90 euros pueden gastarse en cualquier establecimiento de venta de alimentos, desde un supermercado hasta una tienda de barrio, pasando por los mercados municipales. La utilización del bono se limitará a la compra de alimentos.
El bono puede gastarse de una sola vez o en varias tandas, en un plazo máximo de cuatro meses desde que la persona solicitante lo recibe. Es decir, sirve para hacer varias compras en varios comercios. El bono puede utilizarse tanto en pequeño comercio y tiendas de barrio dedicadas a la alimentación como en los supermercados adscritos. Estos son Alcampo, Carrefour, Consum, Dia, Dialprix, El Corte Inglés, Hiperber, Lidl, Más y Más, Mercadona, Spar y el pequeño comercio representado por Asucova y Confecomerç.
Desde este 28 de marzo está operativa la web que contiene toda la información sobre el bono, que se irá actualizando con la convocatoria oficial: https://bonocesta.gva.es/
El plazo de solicitud arrancará a mediados de abril y estará abierto hasta mediados de junio. La persona deberá pedir cita previa en la web y después rellenar una solicitud sencilla. También puede tramitarse en las asociaciones de consumidores y en las ONG. Junto a la solicitud, tendrá que firmar una declaración responsable por la que se compromete a hacer un buen uso de la ayuda pública. Cuando se revise su solicitud, el usuario recibirá un mensaje de texto o un correo electrónico con la confirmación (o el rechazo) y el lugar y hora de recogida del bono.
El bono está pensado para familias vulnerables residentes en la Comunitat Valenciana. Podrán solicitarlo las personas que acrediten en este territorio su domicilio, con una unidad de convivencia que haya tenido una renta inferior a 21.000 en su conjunto en 2021. Dentro de este umbral, una misma familia podrá solicitar varios bonos.
La ayuda es compatible con el Ingreso Mínimo Vital, la Renta Valenciana de Inclusión y con la ayuda del Gobierno de España de 200 euros, cuya convocatoria está abierta hasta el 31 de marzo. Como el resto de ayudas, se tendrá que declarar en la renta del próximo año.
La Generalitat Valenciana destinará 48,44 millones de euros de dinero público para este bono, que se inyectarán directamente en la tarjeta al usuario. La Conselleria de Hacienda y Presidencia de la Generalitat aún negocian con las entidades bancarias cómo realizar el pago y cómo gestionar las tarjetas que recibirán los beneficiarios. Se estima que la medida llegue al medio millón de personas.
La fórmula legal para adoptar esta ayuda será el decreto-ley, que incluirá un paquete más amplio, y posteriormente un decreto del Consell. El gobierno autonómico estima que se aprobará en el pleno del 14 de abril. Una vez se publique en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana, la convocatoria quedará abierta.
Las empresas de alimentación no harán una aportación económica directa por cuestiones legales, según explican fuentes de Hacienda. Sin embargo, como ha detallado el presidente de la patronal, Salvador Navarro, las grandes distribuidoras de alimentación de la Comunitat Valenciana y un sector del pequeño comercio destinarán un 5% de lo invertido en asociaciones sin ánimo de lucro para la compra de alimentos. El compromiso es destinar hasta 1 millón de euros.