La vivienda y el agua, tardía e inútil munición electoral
La Ley de la Vivienda, que hoy se aprobará en el Congreso, llega tarde y no podrá aplicarse hasta que en 2024 comience la próxima legislatura. Y, si las elecciones generales de diciembre las gana el PP como dicen las encuestas, entonces esta Ley del PSOE y de Podemos será rectificada en profundidad. Por lo …
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La Ley de la Vivienda, que hoy se aprobará en el Congreso, llega tarde y no podrá aplicarse hasta que en 2024 comience la próxima legislatura. Y, si las elecciones generales de diciembre las gana el PP como dicen las encuestas, entonces esta Ley del PSOE y de Podemos será rectificada en profundidad.
Por lo que toda esta agitación política del Gobierno y de sus aliados en torno a la vivienda y las promesas de más de 100.000 pisos de Sánchez, quien nunca hizo nada al respecto en los cinco años que lleva en el poder, es solo una simple agitación electoral que PSOE y Podemos no cumplirán.
Además, la política de la vivienda merece un pacto nacional y tiene que ser acordada con los ayuntamientos y las Comunidades Autónomas. Sin olvidar que para construir nuevas viviendas harán falta por lo menos tres años antes de que puedan ser habitadas.
Como tampoco hicieron nada los gobiernos de Sánchez en la crisis del agua que era conocida de sobra en España y nunca mereció la atención urgente del Gobierno. Y ahí incluido el problema de los regadíos ‘irregulares’ de las plantaciones del entorno de Doñana que se instalaron en los muchos años en los que el PSOE gobernaba en Andalucía.
Pero piensa Sánchez que agitando carteles electorales con titulares sobre las viviendas o sobre Doñana va a revertir, de aquí a los comicios del 28 de mayo, los malos pronósticos que le ofrecen las encuestas. En las que el PP, por el desgaste de Sánchez y la desaparición de Cs, aparece como ganador de las elecciones municipales en votos y concejales.
Donde además se espera que el PP conquiste numerosas de las capitales de provincia donde gobernaba la izquierda. Y puede que también alguna de las CC.AA. donde aún gobierna el PSOE.
Apenas 30 días para la jornada electoral del 28-M es muy poco tiempo para que Sánchez y sus aliados de la izquierda radical (Podemos y Sumar que están divididos y enfrentados entre sí) puedan provocar un vuelco electoral en toda España y de última hora.
Han tenido toda la legislatura para ocuparse del agua y de la vivienda y por ello carecen de credibilidad por mucho ruido que hagan. Porque llegan muy tarde y porque puede que en 2024 sea el PP quien se encargue de gobernar.
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