En la eternidad está ya el recital de fútbol que el
Barça se marcó ante un
Espanyol con muy mala pinta para rematar el noveno alirón en 15 años. En la Liga del 1-0, el equipo de
Xavi se divirtió como nunca y regaló al barcelonismo una noche memorable que ya forma parte de la historia del club. Cayeron cuatro (2-4) como pudieron ser ocho en una exhibición que corona a lo campeón un torneo a falta de cuatro jornadas con 14 puntos más que el
Madrid. Sólo al final dejó aire a los pericos para maquillar el marcador de
Cornellà-El Prat.
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