Comer bien en la carretera no es tarea fácil. Y menos en estos tiempos. Las autovías acortan considerablemente la duración de los viajes y hacen innecesarias, casi siempre, aquellas paradas para comer en ruta que en otras épocas eran casi obligadas. Por si fuera poco, esas mismas autopistas nos alejan de las viejas carreteras, donde se encontraban buena parte de los restaurantes en los que de verdad valía la pena detenerse. Ahora el desvío supone tiempo y a muchos conductores les da pereza dejar la autovía . El resultado, la desaparición paulatina de la mayoría de aquellas casas de comidas en las que cocinaban muy bien, reemplazadas por modernas cafeterías sin alma junto a las gasolineras. Noticia Relacionada Gastronomía estandar...
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