En la
década de 1990,
David Kay, entonces director general de la empresa británica
MV Agusta, ideó un proyecto para
crear una moto única bajo la marca Ferrari. Aunque
Ferrari es ampliamente reconocida por sus automóviles de alto rendimiento, nunca había incursionado oficialmente en la fabricación de motocicletas.
El proyecto de Kay no fue una iniciativa de Ferrari, sino un tributo independiente, que requería la aprobación de la marca para usar el icónico emblema del
Cavallino Rampante.
Seguir leyendo...