Aprovechando el tiempo pascual, el Presidente del Gobierno de España sorprendió a propios y extraños al poner en marcha un acto performativo de muerte y resurrección en cinco días, en lugar de tres tradicionales. El método empleado para la puesta en escena de este happening consistió en representar una particular versión posmoderna de la fabula Pedro y el lobo, aderezada con un final inspirado en el extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, de suerte que el pastor acabó convertido en lobo, aunque herbívoro, como el león de Juan Domingo Perón. Pese a que la trama adolece de algunas inconsistencias, el señor Sánchez ha reaparecido en su camino televisivo de Emaús como buen pastor de sus ovejas y...
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