El ‘Rocketman’ ya tiene su ‘biopic’
No es excesivamente complaciente con el mítico Elton John
Entre los valores del cine y la persona de Pedro Almodóvar está la capacidad para crear un acontecimiento cada vez que estrena una película. Y en Cannes, como en tantos sitios del ancho mundo, se le profesa especial adoración. Sin embargo, nunca ha conquistado el principal galardón, esa Palma de Oro que el eterno emblema publicitario del festival asegura simbólicamente que conduce al cielo. El cine del hipersensible y transgresor director manchego (en opinión de sus infinitos admiradores) ha logrado aquí premios muy meritorios para sus actrices, su guion y su dirección, pero hasta ahora se le ha resistido el supremo manjar. Dolor y gloria tal vez lo consiga, o eso es lo que comentan los enterados y los adivinos. Imagino que van a recibir ustedes copiosa información de lo que ha supuesto su proyección en Cannes. Por mi parte, solo recordar a los lectores que tengan algún interés en saber mi opinión que escribí una página sobre Dolor y gloria cuando se estrenó recientemente en España. También grabé un vídeo y la comenté en la radio. Me cuentan que ese material es recuperable gracias a Internet, un invento que lo registra todo. Puedo ser vehemente, pero intento no ser pesado, y volver a repetir lo que he descrito ampliamente me resulta tan fatigoso como inútil.