Cuenta la Biblia que después del Diluvio Universal siete supervivientes llegaron a Babel y decidieron construir una torre tan alta como el cielo, desafiando con su altura al mismo Dios. Y que Dios, ofendido por la soberbia del hombre, dispuso que cada uno hablase una lengua distinta para no entenderse y no concluir la obra. Así, se esparcieron por el mundo diversificando las distintas lenguas. Más allá de esta hermosa leyenda, admiro la riqueza, la cultura, el habla de cada pueblo como expresión, identidad de sus gentes. Читать дальше...