El patrimonio de los FCI bate récords ¿Positivo o preocupante?
¿Qué sucedería si un día se liberan las restricciones para acceder a los dólares? ¿A dónde irían las crecientes posiciones en fondos Money Market? Un crecimiento exhuberante no necesariamente es tan buena noticia.
Por Konstantin Korotkov y Lucas Yatche*
La industria de los Fondos Comunes de Inversión ha sido muy beneficiada de los controles de capitales implementados a partir del 4 trimestre de 2019 y alcanzan en la actualidad los $ 3,6 billones (equivalente al 8,1% del PBI).
La historia reciente refleja que a partir de la crisis internacional de 2008-2009, estos vehículos de inversión colectiva han tenido un gran crecimiento en nuestro país, a la vez que la macroeconomía comenzaba a transitar un período conocido como estanflación (combinación de estancamiento económico y aceleración en la dinámica de formación de precios).
Este acontecimiento y mayores controles de capitales empujaron a individuos y pymes a ampliar sus alternativas de inversión al volcarse lentamente a la industria de FCI.
El primer gran salto en el patrimonio administrado de la industria se dio entre el 2011-2012, luego de la implementación de regulaciones cambiarias que estuvieron vigentes hasta Diciembre del 2015. En este período, el patrimonio administrado por FCI pasó del 1,3% del PBI hasta el 3,6%. El producto estrella fueron los fondos de renta fija soberana y deuda corporativa (52% del Total), mientras que los Money Market representaban únicamente un 24,3%.
Durante los primeros dos años de la gestión de Cambiemos la industria continuó creciendo de la mano de productos relacionados con activos en dólares de corto plazo (principalmente Lete) y el gran interés que atrajeron las Lebac en moneda local. De esta forma, los FCI de Renta Fija pasaron a representar el 69% del patrimonio bajo administración, mientras que los Money Market mantenían un 11% del market share.
Sudden Stop y re-perfilamiento. En Abril de 2018, repentinamente el flujo de capitales hacia la Argentina se revirtió (sumado a una fuerte sequía que afectó a la producción y exportación del agro). El patrimonio de la industria bajó ese año hasta 4% del PBI (contra 5% del PBI del año previo) de la mano del desarme del stock de Lebac que había alcanzado al 11% del PBI.
Sobre llovido, mojado. En 2019 y luego de la renuncia del ministro Nicolás Dujovne, el Tesoro Nacional anunció el flamante re-perfilamiento de las letras (tanto Lecap en pesos como Lete en dólares). Al finalizar el 2019, la industria comenzaba a reducir su exposición al soberano (los FCI de Renta Fija pasaron a representar el 32% del total) en búsqueda de mayor seguridad en el segmento Money Market (con el 42% del patrimonio administrado).
No obstante, el 2020 ha representado un verdadero año de quiebre de tendencia en lo que a Asset Management se refiere. No solo por el endurecimiento de los controles de cambio que ejerce el BCRA, sino también por el aumento del ahorro precautorio que benefició (inicialmente) a la demanda de dinero, propio de un período de incertidumbre vivido en el marco de la pandemia.
La crisis sanitaria ha provocado un cambio de hábitos en la población, y el avance de las Fintech mediante los medios de pago ha sido exponencial. En este contexto, el patrimonio de los FCI ha crecido al 7% del PBI en 2020 hasta el 8% en 2021 ($ 3,6 billones), siendo los FCI Money Market el producto más elegido (48% del market share), mientras que los FCI de renta fija mantuvieron su ponderación (luego del re-perfilamiento de 2019) en el orden del 35% del total.
En búsqueda de cobertura. Durante los últimos meses, los fondos de Renta Fija que recibieron mayores flujos corresponden a los FCI dólar linked y CER. Todo esto un marco de suma incertidumbre en términos políticos, económicos y cambiarios, a la espera de un plan plurianual que tarda en llegar, mientras se negocia muy lentamente un acuerdo con el FMI.
De esta forma, la inflación se acelera y las expectativas del mercado reflejan que tanto la devaluación del tipo de cambio oficial como la tasa de interés deberían ajustarse hacia arriba para evitar un mayor atraso.
Mientras tanto, corporates/pymes/individuos utilizan estos fondos, con activos subyacentes atados al CER/tipo de cambio o sintéticos con contratos de futuros en el ROFEX, en búsqueda de cobertura ante el riesgo devaluatorio/inflacionario.
En conclusión, queda claro que en un contexto donde la inflación en la Argentina pasó a ser algo "habitual" desde hace más de una década, los agentes económicos van modificando sus hábitos y costumbres en el manejo de las finanzas corporativas y familiares.
No obstante, vale la pena preguntarse qué pasaría (hipotéticamente) si, de un día para otro, se levantan las restricciones cambiarias y se permite a los agentes volver a dolarizar sus portafolios libremente (a lo que le asignamos cero probabilidad de ocurrencia en el corto plazo).
Si asumimos un escenario donde la participación de FCI/PBI pasa a niveles del 2019 (4%), el monto de comprensión de fondos dolarizado al contado con liquidación alcanza los u$s 9000 millones. Sin dudas, es un riesgo a monitorear.
*Konstantin Korotkov (Economista) y Lucas Yatche (Head of Strategy & Investments en Liebre Capital)