El 23 de junio de 1944, una delegación de la Cruz Roja visitó el campo de concentración de Theresienstadt, instalaron en la localidad checa de Terezin. En una situación agónica, que le llevaría a la rendición poco menos de un año después, el Ejército nazi preparó el campo para dar una imagen falsamente idílica de la situación -allí fueron asesinados decenas de miles de judíos-. Al frente de aquella delegación se encontraba Maurice Rossel, un joven suizo que elaboró un informe en el que hablaba de aquel campo de concentración como de una 'ciudad casi normal'. El dramaturgo Felipe Vega ha imaginado en 'Un hombre de paso' un encuentro, treinta años después, entre Rossel y una periodista, Anna Rossi, con...
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