El Gobierno no piensa cambiar sus planes a pesar de la decisión de Bruselas de considerar verde la energía nuclear y el gas y de incluir las centrales donde se produce esta energía como «un medio de transición» a una economía descarbonizada. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, avanzó este viernes que España no financiará nuevas centrales nucleares ni nuevas infraestructuras de gas aunque ambas energías se consideren como verdes en la regulación europea tras la decisión de la Comisión tomada esta misma semana.
En una entrevista en televisión, Ribera llegó a calificar de «gran error» la idea de mezclar bajo una misma etiqueta energías que pueden contribuir a la descarbonización, como la nuclear y el gas, con aquellas que son «netamente favorecedoras de la descarbonización sin riesgos». Así, la vicepresidenta tercera argumentó que el Gobierno de coalición busca mantener «un estándar más elevado» y apostó por una inversión en renovables para alcanzar el objetivo de neutralidad en carbono para 2050.
En relación a la advertencia de Austria y Luxemburgo de recurrir la norma ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Ribera aseguró que esa decisión requiere de un análisis jurídico porque, desde el punto de vista político, el Gobierno «lo tiene perfectamente claro». «Requiere de un análisis jurídico. Políticamente lo tenemos perfectamente claro, y desde el punto de vista del entendimiento, de las señales que se dan, creemos que es un error», agregó.
El Ejecutivo mantiene, de hecho, su cruzada contra las nucleares y mantiene el cierre previsto para el año 2035. Tal y como informó este diario, la primera planta será desconectada en 2027 y, la última, en 2035. El Ejecutivo tiene planificado limitar el precio de la electricidad que generan estas centrales con el fin de impedir obtengan los conocidos en el ámbito político como ‘beneficios caídos del cielo’. Durante la entrevista, Ribera remarcó que en España las centrales nucleares se seguirán gestionando con todas las garantías de seguridad para que este tipo de energía pueda seguir funcionando «sin ninguna duda», según el calendario previsto, y pueda sustituirse de forma progresiva por otras fuentes alternativas menos contaminantes.
El Foro Nuclear ya denunció hace unos meses que las medidas del Gobierno ahondan en la penalización a la generación eléctrica de origen nuclear. Cabe recordar que el sector tiene previsto realizar una inversión de 3.000 millones de euros hasta el cese de la operación del parque nuclear en 2035.
Encarecimiento del gas
Asimismo, Ribera negó posibles problemas de abastecimiento de gas en España por la situación geopolítica y la crisis entre Ucrania y Rusia y garantizó el suministro a los hogares españoles. La vicepresidenta tercera explicó que la entrada de gas en España no depende de «un solo gaseoducto, pero no cabe duda de donde sí impacta es en el precio». En la «altísima» volatilidad del precio de los combustibles fósiles -sobre todo petróleo y gas-, Ribera interpretó una confirmación adicional de que se debe acelerar la transición energética para no depender de ellos.
Además, la vicepresidenta insistió en la urgencia de que la Comisión Europea autorice dejar fuera el gas de la configuración de precios de la electricidad, por la diferencia de costes: «Estamos en condiciones de adoptar medidas, aunque sean temporales, para que no se contagie el precio del gas al precio de la electricidad. Es verdad que ahí a Europa le cuesta mucho moverse y más si son medidas de calado».
