La empresa 'Los Serranos' podrá volver a gestionar el bar del campo 'Salto del Caballo', donde juega el Club Deportivo Toledo. Y deberá ser «en idénticas condiciones» a las que existían antes de que le despojasen del uso y disfrute de las instalaciones. Así se recoge en una sentencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Toledo, que hace una advertencia: el club deberá abstenerse de «realizar en el futuro actos que perturben la pacífica posesión» de Javier Serrano, que es el demandante y representante de la empresa.
El fallo, recogido en 18 folios, lo firma María Soledad Losana, juez sustituta, quien desgrana cláusulas del contrato por el que el Toledo cede a Javier Serrano el negocio para que lo explote cuando juegue el equipo verde en el estadio, propiedad del Ayuntamiento. No obstante, la juez aclara que el caso enjuiciado concierne al uso de la posesión del inmueble donde se explotaba el bar, excluyendo otros aspectos, como el cumplimiento de la colaboración publicitaria entre las dos partes.
Para Losana, está «suficientemente» justificada la «posesión larga y continuada» del bar por parte de Javier Serrano, acreditada con los documentos aportados y las declaraciones de varios testigos en el juicio verbal celebrado hace tres semanas. Algunos de ellos, empleados y extrabajadores del club, afirmaron en la vista oral que conocían a Javier como explotador del bar desde hacía catorce años. Y confirmaron además que disponía de llave de acceso al campo por la puerta más próxima a ese inmueble para la carga y descarga de mercancías.
En su veredicto, la juez deja claro otro aspecto: «La ocupación de la zona o instalaciones destinadas al bar dentro del recinto por parte del señor Serrano desde el inicio del contrato es, igualmente, incuestionable desde el momento en que el club ni siquiera disponía [...] de llave para acceder al local, lo que permite descartar ya de inicio la posesión ininterrumpida del club». Asimismo, considera probados los actos de perturbación y despojo que sufrió Javier Serrano, como burofaxes, la prohibición de acceso a las instalaciones o el 'asalto' al bar en agosto pasado.
Juan Carlos Moraleda, abogado del demandante, cree que la sentencia va a ser recurrida por el club, aunque opina que el fallo, «técnico y muy bien fundamentado, es contundente y tiene una construcción doctrinal impecable». «Nadie puede ser desposeído sin causa justa ni legítima, y menos de forma unilateral», añade el letrado.
