El lunes 27 de noviembre de 1984, Ricardo Herrero, pseudónimo de Eduardo T. Gil de Muro, publicaba en las páginas de este periódico una columna que llevaba por título 'Buena nueva'. Allí, lunes tras lunes, hacía la crítica a la homilías dominicales de las parroquias madrileñas y españolas. Ese día le tocó la parroquia Nuestra Señora del Lluc, como se puede ver en el papel publicado. Aquella, por cierto, fue una serie muy leída por los lectores de ABC, que tuvo una duración ya menor a la de esta serie de las parroquias de Madrid, tan leída podríamos decir como aquella.
Ricardo Herrero escribía sobre esta parroquia, situada en la calle Virgen del Sagrario, 22, que por cierto en la edición digital de las parroquias en la Guía diocesana aparece con la denominación Virgen del Lluch, patrona que es de Mallorca. Altas casas, pobladas colmenas, barrio de Quintana entre Alcalá y José del Hierro, iglesia espaciosa, templo luminoso gracias a unas impresionantes vidrieras, forma de capilla de colegio de alumnos, de muchos alumnos.
Decía entonces Ricardo Herrero: «Y es que resulta que esta parroquia parece que se trazó el año pasado las claves de una actividad parroquial que viniera a convertir la parroquia en una gran familia que tuviera sus miembros muy cerca los unos de los otros… El cura terminó: «Que el próximo martes, día 30, habrá aquí una Asamblea Parroquial organizada por los de 'Un Mundo mejor'. Y debemos asistir. Y debemos animarnos. Y debemos arriesgarnos siquiera un poco».
El actual párroco de Virgen del Lluch es el religioso de la Congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones, P. José Ramón Echeverría, que lo fue, por cierto, de los años 80 a 95 y que ha vuelto ahora a tomar las riendas de la parroquia. La historia de esta Congregación comenzó de la siguiente forma: «Fue el 17 de agosto de 1890 en San Honorato de Randa, -Mallorca- bajo la autoridad del Obispo Jacinto Ma. Cervera. Los sacerdotes Joaquim Roselló, Francesc Solivellas y Gabriel Miralles, el seminarista Julià Mut y el postulante de ermitaño Agustí Maspons fueron los primeros congregantes».
Su carisma y sus actividades principales se sintetizan de la siguiente manera en la web de la parroquia: «El P. Fundador nos definió como Sacerdotes que viven en comunidad». La Congregación nace con una marcada vocación eclesial, y en consecuencia con una vocación eminentemente misionera, para manifestar la bondad, la compasión y la misericordia de los Sagrados Corazones a todos, y especialmente a los más pobres. Somos una Congregación pequeña, pero estamos presentes en América Latina (en el Caribe y Argentina), En África (Ruanda y Camerún). En España (Baleares, Madrid, Barcelona, Navarra y Valencia). En Madrid, la Congregación, después de diversas actividades pastorales en distintos barrios de la Capital, terminó la construcción el actual Colegio Obispo Perelló, en el año 1959.
En el año 1966, monseñor Morcillo erigió la amplia capilla del Colegio como Parroquia Nuestra Señora de LLuc, y nombró como su primer párroco al P. Guillermo Gayá, que ejercía al mismo tiempo como Rector del Colegio. De manera que en el año 2016 se celebraron las bodas de oro de la parroquia.
La parroquia Virgen del Lluch, que cuenta con el servicio también de varios de los religiosos de la Comunidad, tiene una actividad pastoral que está íntimamente ligada a la del Colegio Obispo Perelló con 1600 alumnos y 58 unidades en funcionamiento, cuya titularidad pertenece a la citada Congregación. Muestra de esta colaboración es el tradicional campamento de verano que ahora está en plena preparación. El P. José Ramón insiste en el proyecto actual de la parroquia, después del tiempo de la pandemia, de trabajar con los padres de los niños de catequesis en un proceso de formación en la fe, y de iniciación cristiana, que tenga como referencia la Palabra de Dios. Este proceso, que ya se está implantando, permite articular al relación entre familia-parroquia-colegio en torno a una nueva propuesta de anuncio del Evangelio y de la misión.
En la parroquia es muy importante la actividad de la Fundación Concordia, que forma parte de la presencia explícita del anuncio y de la misión de la Congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones. Una misión compartida con los laicos que viven el carisma de la Congregación.
También hay que destacar que la parroquia es sede de ATEJ, Asociación terapéutica del Juego, y de APSIDE, Ayuda psicológica a los desfavorecidos. Cáritas es otro de los núcleos principales de actividad de la parroquia. En los momentos más duros de la pandemia y de la crisis subsiguiente llegó a ayudar a un centenar de las familias, ahora atiende en las necesidades básicas a medio centenar. Por cierto que la parroquia cuenta con un Hogar del Mayor, que fue iniciado el año 1973 por José Améngual Mayrata.
Como señala la web oficial de la Congregación, «Jesucristo en la cruz se dejó traspasar el costado por la lanza. Esta es la tarjeta de visita de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y María. Creemos que vale la pena dejarse traspasar por la lanza de la injusticia y la insolidaridad a fin de aliviar a los innumerables traspasados de nuestro mundo. Pensamos que en un mundo «descentrado» por la violencia, el sexo, la corrupción y las largas filas de exiliados, vale la pena tratar de reparar el centro roto que es el corazón humano».
Y así se vive en esta parroquia.
