Macron pone rumbo a África por primera vez en su nuevo mandato en Francia
El presidente francés, Emmanuel Macron, inicia este lunes una gira por tres países de África Occidental, en el primer viaje de su nuevo mandato al continente africano, con el que busca reimpulsar la relación poscolonial.
El centrista Macron, reelegido en abril por cinco años más, comenzará su gira del 25 al 28 de julio con una visita a Camerún, antes de viajar a Benín y, posteriormente, a Guinea-Bisáu.
Las cuestiones de abastecimiento de alimentos ocuparán un lugar destacado en la agenda, ya que los países africanos temen la escasez de granos por la ofensiva rusa de Ucrania.
Pero la seguridad también ocupará un lugar destacado, ya que Francia se prepara para completar su retirada militar de Malí este año y los países de la región tratan de frenar las insurgencias islamistas.
El viaje a tres países que rara vez figuran en el itinerario de los líderes mundiales se produce cuando Macron prometió mantener su apuesta por una nueva relación entre África y la antigua potencia colonial.
Francia también ha seguido con preocupación la aparición de otras potencias que buscan afianzarse en una zona que sigue considerando parte de su esfera de influencia, como Turquía, Rusia y China.
La gira "mostrará el compromiso del presidente en el proceso de renovación de la relación" con África, continente que es una "prioridad política", dijo un funcionario de la presidencia, que pidió el anonimato.
En Camerún, país azotado por la violencia étnica y la insurgencia de los separatistas anglófonos, Macron se reunirá con su par Paul Biya, de 89 años, que gobierna el país desde hace casi cuatro décadas.
El miércoles se trasladará a Benín. El norte de este país vecino de Nigeria se enfrentó a un gran número de atentados, mientras la amenaza yihadista se extiende ahora desde el Sahel a los países del golfo de Guinea.
Esta visita se produce tras la devolución en noviembre de 26 tesoros históricos robados en 1892 por las fuerzas coloniales francesas en Abomey, capital del antiguo reino de Dahomey, situado en el sur del actual Benín.
Esta nación subsahariana ha sido alabada durante mucho tiempo por su próspera democracia, pero los críticos afirman que se ha erosionado en el último lustro durante el mandato del presidente Patrice Talon.
La gira terminará el jueves en Guinea-Bisáu, que se vio sacudida por una crisis política cuando su presidente, Umaro Sissoco Embalo, se dispone a liderar la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).
El Elíseo insistió en que las cuestiones de gobernanza y derechos se plantearán de manera "directa" entre líderes y "sin ruido mediático", máxime cuando activistas critican el historial en derechos de los tres países.
El primer mandato de Macron estuvo marcado por las visitas a países africanos no francófonos, entre ellos las potencias regionales Nigeria y Sudáfrica, en un intento de relacionarse con todo el continente.
El jefe de Estado de esta potencia económica y nuclear subrayó además que su presencia militar en la región se adaptará, en lugar de desaparecer, tras poner fin a casi una década de lucha contra los yihadistas en Malí.
La semana pasada anunció que la revisión de la presencia de Francia en la región se completaría en otoño boreal, asegurando que estaría "menos expuesta" en el futuro, aunque seguiría siendo una "necesidad estratégica".
La marcha de Malí se produce tras la ruptura de las relaciones con la junta gobernante. Occidente acusa a Bamako de recurrir a los mercenarios rusos de Wagner para luchar contra la insurgencia islamista.
jri-dab-sjw/tjc/an