Cuando la emoción del gol le empezó a recorrer detuvo su celebración y, temiendo que la árbitra invalida el tanto, su rostro se clavó en un dramático gesto de incredulidad. Pero al final no le borraron el tanto, aquello era verdad, se había encontrado con el gol de su vida. Y agitó todavía más Wembley con la camiseta al aire. En mayo de 2021, se había quedado petrificada en la incredulidad cuando le dijeron que se había roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Volvió al verde en abril.
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