Un fest?n en el bosque: as? recolectan hongos silvestres en Monte Tl?loc en Edomex
Aunque tiene el cuerpo encorvado por la avanzada edad, Domingo Vel?zquez Hidalgo camina en el bosque a paso firme, sube y baja pendientes sin titubear, y as?, se acuclilla al pie de los oyameles, donde encuentra sus preciados hongos silvestres, un superalimento que el Monte Tl?loc le ha brindado durante toda su vida, cada temporada de lluvias.
?De eso me mantuve cuando estaba yo chavo, a la edad de 8 a?os conoc? todo esto, los lugarcitos donde se halla el hongo?.
Este bosque, compuesto de pinos, oyameles y encinos, ofrece una gran diversidad de hongos, que son aprovechados por las comunidades locales desde tiempos remotos, para complementar su dieta o bien, para comercializarlos en el centro de Texcoco. Estiman que existen cerca de 40 especies comestibles.
?Aqu? conocemos algunas variedades, la escobeta (ramaria botrytis) y el xolete (Lyophyllum decastes), son los que m?s buscan para comer y vender; tambi?n las quetas, hace a?os estas las comprabas m?s barato, ahora ya es m?s caro?, dijo a MILENIO.
Domingo, es originario de Tequexquinahuac, uno de los cinco ejidos asentados en el Monte Tl?loc, ubicado en Texcoco, Estado de M?xico, donde los pobladores se esfuerzan por conservar el bosque, por sus recursos maderables y servicios ambientales como la recarga de los mantos acu?feros o la absorci?n de carbono; pero tambi?n por la enorme variedad de hongos brotan en esta tierra, debajo de los ?rboles, de julio a octubre.
Don Domingo nombra algunos de ellos: enchilados, duraznillo, bomb?n, nixtamalero, chirimillas, asochiquelite, bomb?n, venaditos, locos y oreja de puerco. As? que emprendemos el recorrido por este bosque de ensue?o, hasta que encontramos los primeros.
?Este es el enchilado, que tambi?n se come y esta es la oreja blanca?, dice. S?lo se mueve unos pasos y encuentra otras variedades ?Esta mata es de escobeta, hay que recolectarla con cuidado, porque si no, se deshacen las puntitas, es m?s sabroso que la carne, es lo que da el bosque, lo que da la monta?a?, dijo el honguero.
Los miembros de la mesa directiva del ejido, tambi?n nos acompa?an en el recorrido. Diego Carrillo, presidente del Consejo de Vigilancia del Ejido Tequesquinahuac, tambi?n coincide en que se debe ser cuidadoso en la recolecci?n de los hongos.
?Hay que cortarlas con mucho cuidado, que se quede el tronquito, porque siempre donde se corta, cada a?o, ah? vuelve a nacer?.
Y en el mismo sitio de la recolecci?n, le retiran la tierra a cada hongo, con una navaja, y luego los apila dentro de una cubeta; dice que no necesitar?n lavarlos, pues al brotar naturalmente de la tierra, estos hongos est?n libres de fertilizantes y otros qu?micos.
En el trayecto, tambi?n es muy com?n encontrarse con hongos t?xicos, los que m?s saltan a la vista, son los amanita muscaria. ?Se reproduce mucho aqu?, pero es venenoso?, dijo Diego, aunque reconoci? que algunos j?venes externos lo consumen.
?Vienen y lo cortan, lo secan, se dan sus pasones con esto, es muy famoso en la monta?a de Tl?loc?.
En nuestra b?squeda de hongos silvestres comestibles, los lugare?os refieren que la joya de la corona, es la Queta,debido a su sabor y tama?o, una sola pieza puede pesar m?s de un kilogramo, a simple vista, parece un suculento pan de yema de Oaxaca.
?Encontramos un hongo ?Queta? de aproximadamente un kilo, lo vamos a cortar, como lo pueden ver, es bastante grande, siempre al cortarlos tratamos de que la parte baja el hongo, quede ah? mismo en el lugar para que se siga reproduciendo?, indic?.
Indic? que los Queta, alcanzan un precio en el mercado de 200 pesos por kilo; ?qui?n sabe a qu? se debi?, pero subi? mucho, siempre estaba en un valor de 80 mil 100 pesos, pero apenas se dispar? el precio del hongo, subi? la tortilla y subi? el hongo?, comenta.
Los hongos poseen un alto valor nutrimental, son fuente de fibra, prote?na, vitaminas y minerales, por lo que los hongueros no desaprovechan ni una oportunidad de recolectar los que aparecen ante sus ojos.
?Vengan para ac?? avisa emocionado el se?or a sus compa?eros, al encontrar una enorme escobeta. ?Hay que cortarla con cuidado porque esta se desgrana, miren, vean nada m?s, que grande, parece una coliflor?.
Han pasado dos horas, ya tenemos una buena carga, as? que nos dirigimos a la zona de caba?as, directo al asador para prepararlo al comal; uno de ellos, rebana con maestr?a todas las piezas, despu?s incorporan la cebolla y epazote, ahora s?, lleg? la hora del fest?n en el bosque, con tortillas del comal calientitas y una salsa martajada.
DMZ