La contracultura catalana desde el corazón de Cibeles

A principios de los setenta, cuando en Madrid aún costaba encontrar espacios culturales de resistencia contra la dictadura y los protagonistas de La Movida todavía iban al cole, en Cataluña germinó una escena que convirtió el arte en un arma poderosísima para la lucha por la libertad. Su principal virtud fue que tenía una personalidad propia más allá de la imitación de los movimientos contraculturales europeos y norteamericanos, dando lugar a un marco de expresión único en su especie, irrepetible e inspirador para cientos de artistas que, años más tarde, recogieron algunas de sus esencias para dar forma a sus propias revoluciones artísticas. En Granada y Sevilla sí había algunos círculos de artistas que levantaban la misma bandera contracultural, pero fue en Cataluña donde este espíritu se plasmó en los primeros eventos masivos al aire libre, donde proliferaron las publicaciones y los espacios al margen de la oficialidad, y donde se generó un caldo de cultivo para una escena musical tan arriesgada como cohesionada en la que brillaban personajes como Pau Riba, Jordi Batiste o Jaume Sisa y bandas como Máquina!, Pan y Regaliz o La Companyia Elèctrica Dharma, que llegaron para ponerlo todo patas arriba. Todo esto y mucho más puede analizarse al detalle en 'Underground y contracultura en la Cataluña de los 70' , una exposición que se podrá visitar con entrada gratuita hasta el 12 de febrero en la planta 5 de CentroCentro, y que propone una mirada exhaustiva a los protagonistas y a los movimientos sociales y culturales de una época trascendental. Noticia Relacionada estandar No Los dulces años de la 'movida' jonda de Madrid Nacho Serrano Una exposición rinde homenaje a Mario Pacheco y su sello Nuevos Medios, gran impulsor de la revolución flamenca en el capital durante los años ochenta La exposición ha sido ideada y comisariada por Pepe Ribas, cofundador de la revista Ajoblanco y autor, entre otros, de 'Los 70 a destajo'. «Fueron tiempos de creatividad desbordante, sin cánones impuestos, vividos al margen de prebendas, partidos e instituciones», explica Ribas. «Las incoherencias del régimen franquista en su decadencia, la distancia geográfica del centro neurálgico del poder y un tejido civil con industrias, oficios y culturas posibilitaron la abertura de unas grietas por las que se coló parte de la juventud contestataria. Hubo una necesidad vital de escapar de las garras de cualquier autoritarismo en tiempos de rock and roll, psicodelia, contracultura y mayo del 68». El nacimiento y posterior desarrollo de esta escena contracultural no estuvo exento de peligros, porque tal como explica Ribas, «costó multas, secuestros, palos, juicios y detenciones». Sin embargo, y pese a la represión del movimiento, «nacieron espacios; de la música yeyé se pasó a la psicodelia, al rock progresivo y a los conciertos al aire libre», dice Ribas. «Se revolucionó el teatro independiente, el arte se unió a la vida y muchos cambiaron la familia autoritaria por la comuna y una sexualidad libre. Las Ramblas y otras zonas de la ciudad se transformaron en un foro. Aparecieron los comix underground, los fanzines y las revistas contraculturales en las que participaron miles de jóvenes. Nacieron colectivos en favor del feminismo, de los derechos de los homosexuales, de la ecología, de la agricultura biológica, de la objeción de conciencia y de la despenalización de la droga». Algunas de las piezas de la muestra abc La exposición reúne más de 700 piezas, publicaciones, carteles, fotografía, comics, vídeos, poesía, música, escenografías y biografías, entre otros elementos. El recorrido, diseñado por el arquitecto y Premio Nacional de Diseño Dani Freixes, comienza con la llegada de las nuevas corrientes contraculturales provenientes de California, Londres y Ámsterdam, desde mediados de la década de los 60. Diseño inmersivo A través de diferentes espacios temáticos la exposición documenta la irrupción de las comunas, el feminismo, la psicodelia, la ecología, la espiritualidad, las músicas y las artes de vanguardia, entre muchas otras referencias; haciendo parada en lugares como la Casa Fullá, Instant City, el festival Canet Rock, el Casal de la Floresta y las Ramblas barcelonesas, las calles del barrio chino y el Born, donde se vivió la contracultura en la calle. MÁS INFORMACIÓN Muere a los 73 años el cantautor Pau Riba Cómix y fanzines ocupan un apartado especial en la exposición –con dibujos originales de Nazario y Mariscal, entre otros–, al igual que las revistas de la contracultura, Star y Ajoblanco. Un diseño expositivo inmersivo traslada al visitante a los años 70, con la recreación de algunos de aquellos escenarios como del salón de una comuna hippy y la sala Zeleste, y una banda sonora con temas de Bowie, Rolling Stones, Smash, Pau Riba o Kraftwerk entre otros referentes del momento, acompañada de notas y letras que reflejaron, en opinión de Riba, «el talento, la intensidad y el compromiso que ayudó a transformar una realidad, ensanchando sus límites y abriendo nuevas puertas».