Biden trata de desbancar a China y a sus empresas en África
Joe Biden hizo ayer una cuantiosa oferta para ganarse la lealtad de África ante la reciente implantación de China y Rusia en el continente. Aparte de los 55.000 millones de ayudas e inversiones propuestos por Estados Unidos a principio de semana, el presidente norteamericano apoyó expresamente la creación de una zona de libre comercio en el continente africano y prometió apoyo al ingreso de sus países en la economía digital, frente a los esfuerzos de China de centrarse más bien en infraestructuras, carreteras y estadios sobre todo. «EE.UU. apuesta por el futuro de África», proclamó el presidente en un discurso en la cumbre de líderes africanos que tiene lugar en Washington. Esa es la frase que la Casa Blanca quería que quedara marcada de un discurso centrado en China, sin mencionar a China. Los funcionarios estadounidenses que han participado en este encuentro se han esforzado por prometer inversiones que compiten con el país asiático y su implantación económica en África, pero sin referirse expresamente a esa intención obvia. Además de destinar esos 55.000 millones de dólares en ayuda económica a los países africanos en los próximos tres años, Biden se ha comprometido a apoyar la creación de un puesto permanente en el G-20 para la Unión Africana y a nombrar un enviado especial para poner en práctica los compromisos que se alcancen durante la cumbre, con asiento en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Noticias Relacionadas estandar No Biden dará 55.000 millones a África para desbancar a China y Rusia del continente David Alandete estandar No Estados Unidos intenta contrapesar la influencia china y rusa en África David Alandete Lo cierto es que hasta ahora la política hacia África ha sido secundaria para el equipo de Biden, que ha tenido que lidiar primero con la pandemia y después con la guerra en Ucrania. Aun así, la Casa Blanca es consciente de las cifras y lo que hay en juego, según está quedando probado en este encuentro de líderes que culmina este mismo jueves. En 2021 el comercio entre China y África movió 254.000 millones de dólares, frente a los 64.300 millones de dólares de EE.UU., según un reciente informe del Eurasia Group. Hace dos décadas, justo antes del auge comercial de China, estas cifras eran de 12.000 millones y 21.000 respectivamente. Biden ha invitado a Washington a 49 jefes de gobierno, y a diferencia de la cumbre de las Américas, celebrada en julio en Los Ángeles, la lista de invitados no ha sido polémica. Fuera sólo han quedado cuatro países barridos recientemente por golpes de estado —Guinea, Sudán, Malí y Burkina Faso— y Eritrea, una pequeña nación con la que EE.UU. no tiene relaciones diplomáticas. La decisión de Biden en verano de no invitar a Cuba y Venezuela a la otra cumbre provocó una serie de ausencias y boicots, entre ellos el del mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador. Tras su discurso, Biden invitó a una reunión más reducida a los mandatarios de Congo, Gabón, Nigeria, Liberia, Madagascar y Sierra Leona, los más alineados con su política exterior. El asunto de la reunión, según la Casa Blanca, fue el de organizar elecciones libres y justas. Al encuentro general sí fueron invitados líderes acusados de graves violaciones de los derechos humanos, como el dictador egipcio Abdelfatá al Sisi, que se cruzó con Biden en el centro de congresos antes de su discurso. Largo cortejo Prácticamente todos los presidentes recientes con la excepción de Donald Trump han cortejado en algún momento a los líderes africanos, presentando a EE.UU. como un socio fiable en lo económico y militar, centrado en apoyar elecciones justas y democráticas e impulsar el desarrollo de los sistemas energético y sanitario. Esas son las prioridades detalladas y repetidas por los diplomáticos norteamericanos a los periodistas en las conferencias en las que han informado de la cumbre. Fuera de esas conversaciones suele quedar la referencia, siempre implícita, a la implantación económica de China y militar de Rusia, con milicias armadas por socios del Kremlin apoyando a líderes en apuros a cambio de la explotación de materiales preciosos como diamantes. Biden también anunció 800 millones de dólares en nuevos contratos para la tecnológica estadounidense Cisco Systems para «blindar a los países africanos ante las amenazas cibernéticas». Esta inversión obedece a la preocupación en Washington por el dominio de la empresa china Huawei en todo el continente, cuyos teléfonos móviles y sistemas informáticos son ubicuos en África. Biden también anunció una inversión de 350.000 millones de dólares «para garantizar que la gente de toda África pueda participar en la economía digital», según dijo. No se trataría sólo de inversión gubernamental, sino que también implicaría al sector privado.