Entre canapés, marisco, almejas, jamón, vino, la carne o el pescado a elegir, los postres y la bebida , el precio de un menú de la cena de Nochebuena puede salir muy caro, sobre todo ahora con la inflación tan alta y especialmente si se ejerce de anfitrión. Aunque muchas familias deciden repartirse los gastos, bien colaborando con comida, bien haciendo un fondo común para comprar los productos, aún hay muchas sobre las que recae el coste sobre una única persona. Algo que, en el caso de una británica de 63 años, se ha negado a asumir. Caroline Duddrige, de 63 años, ha impuesto una tasa a sus familiares: quienes quieran cenar en su casa tendrán que pagar entrada. Literalmente, ha creado una tabla de precios en función de la edad y las posibilidades de sus familiares hasta recaudar 200 euros . Noticia Relacionada NAVIDAD estandar No «El 24 de diciembre, si realmente lo necesitas, aquí estaré para darte la cena» Laura Bautista José Castellano lleva entregando cenas solidarias en su bar 'La Pandora' de Las Palmas de Gran Canaria desde 2020 «Hay algunos que piensan que soy un poco 'Scrooge', (el personaje protagonista de 'Cuento de Navidad', el clásico navideño de Charles Dickens) pero mis amigos piensan que es una buena idea», admite esta particular abuela en la BBC. Duddrige tiene dos hijos y tres hijas , y cada uno paga diferente. A los varones les ha cobrado 15 libras (cerca de 30 euros) y a las mujeres 10 euros, debido a que ellos trabajan a jornada completa. Sus nietos también tiene que aportar: los cuatro mayores de cinco años aportan 5 euros cada uno y los menores, 2,5. Todo quedó establecido con unas normas claras: antes del 1 de diciembre debía tener ingresado el dinero en la cuenta o no se les permitirá participar en la cena. «Si no pagas antes, no vas a venir», les advirtió. Noticia Relacionada Navidad estandar Si Así cambia el precio de los menús de Nochebuena según la comunidad donde vivas: del que más sube al que menos Adrián Delgado Cada región de España tiene una identidad culinaria propia, con productos y recetas, que marcan el coste de los platos. Aunque la inflación ha llegado a todos los rincones del país, hay diferencias notables Esta radical decisión la tomó este año después de que en Navidades pasadas pidiera ayuda a sus hijos con los gastos y estos, bien por tacañería, bien por despiste , se olvidaron de meter el dinero en un tarro. Varios de sus familiares, de hecho, se enfadaron. Caroline Duddrige explica que, desde que se quedó viuda , le cuesta mantener la economía saneada como antaño, por lo que no está dispuesta a realizar grandes dispendios, ni siquiera en estas fechas, cuando realmente puede tener ayuda de sus hijos.
