Un test de credibilidad para TVE
De la serie documental que un equipo de cine rueda sobre la actividad del presidente del Gobierno apenas se ha filtrado un tráiler, suficiente para entender el argumento y percibir el tono hagiográfico de una producción que ha sido debidamente depurada por el equipo de propaganda y fontanería de La Moncloa para que el jefe del Ejecutivo no se despeine. Laca y gomina. Lavado y planchado. ¿De quién depende el peliculón? Pues ya está. Cambiamos de bobina. De la Corona se emite desde hace décadas, con periodicidad anual y justo antes del Mensaje de Navidad de Su Majestad el Rey, un breve resumen audiovisual, con sonido directo y breves subtítulos, que sirve de resumen a la agenda desarrollada por los miembros de la Familia Real a lo largo del año que termina. Habitualmente, estas antologías de imágenes solían mostrar el trabajo institucional y público de una Corona que, todo sea dicho, salía muy bien parada del archivo de TVE , emisora que el pasado sábado, sin embargo, decidió dar por superada la fase de la cortesía institucional y el respeto a la Jefatura del Estado , cosas y lastres del régimen del 78, para montar un cortometraje en el que no faltaron los abucheos al Rey en un pueblo catalán -bastante rebuscados; corta y pega-, la diarrea de la Princesa de Asturias en su reciente y accidentada visita a la localidad de Cadavedo, las declaraciones de Don Juan Carlos -«Explicaciones, ¿de qué?- desde la ventanilla del coche que lo sacaba de Sangenjo, en modo Pantoja, e incluso una secuencia del proceso judicial que la Justicia británica sigue contra el Rey padre. ¿De quién depende Corinna? Pues ya está. Es ese equilibrio informativo del que de manera inesperada, con nocturnidad de Nochebuena y escaso tacto institucional hizo gala Televisión Española, bienvenido sea, el que nos hace albergar esperanzas en un cambio de enfoque en los Informativos de TVE -la voz de su amo, la estampita de su patrón- y, de paso, en la posproducción y el montaje, valga la redundancia, de la serie que se rueda sobre Pedro Sánchez. ¿De qué depende la credibilidad? Que le pregunten al Rey, o que escuchen sus mensajes.