Encuesta: cómo impacta en los votantes la menor agitación económica
La desaceleración de la inflación mensual, la entrega de bonos de fin año y el cumplimiento de las metas pautadas con el Fondo Monetario Internacional le permiten al Gobierno encarar el inicio del 2023 con un clima menos convulsionado en la opinión pública, en particular en el votante oficialista, que recupera el optimismo respecto del presente y el futuro económico.
Así lo refleja la última entrega del Monitor del Humor Político y Social, que D'Alessio Irol/Berensztein elabora de manera exclusiva para El Cronista. El estudio, realizado de manera online a 1107 adultos en todo el país sobre el cierre del 2022, muestra una sociedad que enfrenta el año electoral marcada por la grieta y que exhibe entre los pocos puntos de encuentro la preocupación generalizada por la inflación. Pero aún así, revela claras diferencias a la hora de contrastar el presente con el pasado económico y proyectar el año venidero.
Así, dentro de una opinión mayoritariamente negativa (72%), la encuesta muestra una mejora de 5 puntos en la calificación de la actualidad económica, que alcanza su punto más alto desde febrero pasado (27%), básicamente por la mirada más favorable que ofrece tanto el votante oficialista como el de izquierda.
En ese sentido, 63% de quienes votaron por el Frente de Todos (FdT) en 2021 hoy considera que la situación económica se encuentra mejor que la observada hace un año, lo que implica un crecimiento de seis puntos respecto de la última medición. En esa línea, también se anota uno de cada dos votantes de izquierda, 35 puntos más que en el sondeo previo. Contrariamente, solo se expresan de esa manera 4% de quienes eligieron a postulantes de Juntos por el Cambio (JxC) y 9% de los que optaron por candidatos libertarios.
De la misma forma, 73% de los encuestados oficialistas (tres puntos más que en la medición previa) proyectan que en un año la situación estará mejor, al igual que el 46% del elector de izquierda, el 5% de JxC y el 8% de libertarios.
El dato tiene su correlación con la medición general, que mejoró cuatro puntos hasta alcanzar el 32%, y en menor medida con la evaluación de la gestión del Gobierno, que recuperó dos puntos, gracias al apoyo del 64% del votante del FdT.
Sin embargo, mantiene un 74% general de rechazos, que supera los límites de la Casa Rosada y se traslada a la imagen de los principales dirigentes políticos. Los funcionarios pierden terreno, en particular aquellos que se sumergen en una agenda alejada de los temas que alarman a la sociedad.
Al respecto, el consultor Eduardo D'Alessio remarcó que "las preocupaciones de la población, tales como la inflación (88%), la inseguridad (67%) y la incertidumbre (65%), se muestran lejos de los temas de los políticos, quienes están centrados en internas, candidaturas, cuestionamientos a la Justicia".
Imagen de los políticos
Así, es difícil encontrar dirigentes que no cedan algún punto en la percepción de imagen positiva, inclusive aquellos opositores que lideran el ranking, como la titular del PRO, Patricia Bullrich (51%), y el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós (50%), entre otros. Y tampoco hay quienes obtengan mayor adhesión popular por el lado del oficialismo, pese al protagonismo asumido por la vicepresidenta Cristina Kirchner y el propio presidente Alberto Fernández en la pelea del Gobierno con la Corte Suprema.
"En general, en el oficialismo no se detectan figuras que contribuyan a mejorar las posibilidades electorales del espacio", remarca D'Alessio y aclara que "Cristina logra permanentemente mantener la centralidad de los debates sin que ello le mejore su imagen más allá del núcleo duro"
En la última medición, la vicepresidenta solo obtuvo un 29% de imagen positiva entre los encuestados (seis puntos menos que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y uno menos que el gobernador bonaerense, Axel Kicillof), mientras que el jefe de Estado alcanzó apenas al 18%.