El Gobierno británico advierte de que las familias con niños solicitantes de asilo podrían ser deportadas a Ruanda
El polémico programa con el que el Gobierno británico pretende controlar la inmigración enviando a Ruanda a las personas solicitantes de asilo incluye también a las familias con niños. La confirmación la dio el secretario de Estado de Inmigración, Robert Jenrick, que justificó la decisión diciendo que las mafias podrían estar dispuestas a meter a más menores de edad en las pequeñas embarcaciones con las que cruzan el canal de La Mancha con destino al Reino Unido. Jenrick matizó, no obstante, que los niños y niñas que viajan sin la compañía de un adulto no serán deportados. «No es nuestra intención expulsar a los menores no acompañados» declaró ante los parlamentarios, pero «a medida que ponemos en práctica la política de Ruanda, tendremos que considerar si expulsaremos o no a las familias» en las que haya menores de 18 años. «No hay, necesariamente, un impedimento para que las familias sean trasladadas a Ruanda», aseguró. Para el secretario de Estado, es necesario que el Ejecutivo considere «el riesgo de que el Reino Unido se convierta en un imán para los traficantes de personas que se enfocan en las familias». «No me gustaría ver cómo los hombres adultos son disuadidos de venir al Reino Unido como resultado de la política de Ruanda» pero que «los traficantes de personas continúen sus operaciones, pero con un enfoque particular en las familias», aseguró. Noticia Relacionada estandar Si Doscientos niños refugiados desaparecen en el Reino Unido Ivannia Salazar El Gobierno británico reconoce que ha perdido el rastro de dos centenares de menores albaneses que vivían en hoteles sin la supervisión de cuidadores Sin embargo, la batalla ante la Justicia por los vuelos a Ruanda , que iban comenzar el año pasado, mantiene detenida, de momento, la repatriación de las personas migrantes, ya que el Tribunal de Apelaciones debe decidir sobre su legalidad, pero el gobierno confía en que se pongan en marcha lo antes posible, sobre todo ante la complejidad de un problema crónico que solo amenaza con empeorar. El año pasado, 45.000 personas cruzaron el Canal y según las proyecciones de las autoridades de fronteras, a las que tuvo acceso 'The Mail on Sunday', casi el doble, unas 80.000, podrían hacerse a la mar este año.