Cultivar rosas blancas
En uno de los múltiples viajes a Santiago de Cuba pudimos llegar al cementerio Santa Ifigenia, donde reposan los restos de Martí. La bandera cubana cubre sus restos mortales y la luz solar siempre le baña. No le faltan jamás las rosas blancas. Y cualquier venezolano se eriza al ver en la cabecera del sarcófago la bandera de Venezuela, y la legendaria frase del poeta: “Deme Venezuela en qué servirle/ ella tiene en mí a un hijo”.