Banksy reaparece por San Valentín contra la violencia machista
El misterioso Banksy ha vuelto a dejar su impronta magistral en una nueva obra aparecida en Reino Unido. En esta ocasión por el día de San Valentín, patrón de los enamorados, y en contra de la violencia machista. Se tata de un mural localizado en la localidad costera de Margate, al sureste de Inglaterra, que …
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El misterioso Banksy ha vuelto a dejar su impronta magistral en una nueva obra aparecida en Reino Unido. En esta ocasión por el día de San Valentín, patrón de los enamorados, y en contra de la violencia machista. Se tata de un mural localizado en la localidad costera de Margate, al sureste de Inglaterra, que muestra a una mujer con un ojo amoratado y que ha sido interpretado como un alegato contra la violencia de género.
La obra del artista urbano más famoso e irreverente utilizaba un congelador abandonado para simular que la mujer del mural, a la que le falta un diente, había arrojado a un hombre dentro del electroméstico. El congelador, sin embargo, fue retirado pocas horas después de que Banksy haya asumido la autoría del trabajo publicando una fotografía de la obra en sus redes sociales.
La aparición de la obra ha causado un gran revuelo entre los vecinos de Margate, después de que muchos de ellos aseguran haber visto una camioneta alejarse del lugar del grafiti el lunes por la mañana. La publicación, que incluye un primer plano del rostro golpeado de la mujer, bajo el título Máscara del Día de San Valentín, acumula ya más de un millón de "me gusta" en la cuenta de Instagram de Banksy.
No es la primera vez que el artista callejero británico hace de las suyas por San Valentín. Hace tres años, Banksy plasmó la violencia y la inocencia en su particular felicitación por el día de los enamorados en su ciudad natal, Bristol, en el oeste de Inglaterra.
En la obra, mostraba a una niña armada con un tirachinas y cubierta por algún tipo de pañuelo o capucha, en pleno movimiento. La pequeña sostiene la catapulta en una mano y echa la otra mano hacia atrás, como si acabara de lanzar un proyectil. Al final de la trayectoria de la catapulta se aprecia una forma roja brillante como una explosión de sangre, hecha de hojas y flores de plástico rojo.
El arte callejero de Banksy, cuya identidad no se conoce públicamente, ha llamado la atención sobre cuestiones sociales al agregar elementos de oscuridad a escenas que de otro modo serían alegres. Recientemente, el escurridizo artista realizó un grafiti en los restos de un edificio destruido en la ciudad ucraniana de Borodianka. Fue el pasado mes de noviembre y en él aparecía una niña gimnasta en pleno ejercicio de equilibrio sobre cascotes de escombro.
De esta forma, Banksy también confirmaba su presencia en la asolada Ucrania después de que se especulara con su llegada al país tras la aparición de otros grafitis con tintes políticos también en Borodianka. Uno de ellos, el de un niño con un 'judogi' que tumba con una llave de judo a un adulto con un traje similar y que recordaba a Vladimir Putin, un reconocido aficionado a las técnicas de defensa personal. En otro mural aparecían dos niños utilizando como si fuera un balancín un erizo checo, una defensa improvisada contra carros de combate consistente en vigas de metal cruzadas.
La pelea de judo, una posible alusión a Vladimir Putin, en Borodyanka.
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