Las importaciones siguen en la mira de las empresas, pero la AFIP lanzó una advertencia
Las operaciones parecen haber encontrado un ritmo. Sin embargo, los plazos más extensos y las "observaciones" llevan a las empresas a tomar decisiones adversas.
Aunque algunos sectores reconocen que se ha alcanzado cierto ritmo en el curso de aprobación de las importaciones y otros planean reconversiones, coinciden en que, entre control y control, es como transitar por una avenida con luz roja en cada esquina.
La "ajustadísima" disponibilidad de divisas genera tensiones en los operadores de comercio exterior que describen condiciones diarias de "extrema falta de previsibilidad y certidumbre", que se traduce en "mayores costos operativos que encarecen los bienes finales".
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Por ejemplo, ante la falta de tela de "encajes" que no se produce en la Argentina, una fábrica nacional de lencería y trajes de baños radicada en la provincia de Buenos Aires -genera 400 empleos- optó por eliminarlo de sus diseños y enfocarse en modelos deportivos.
Del otro lado, a partir del mayor control en las importaciones, un técnico emprendedor que fabrica antenas VHF recibió el mayor pedido en 20 años, un lote de 500 unidades; sin embargo, el freno de la SIRA por u$s 700 dólares para ingresar un insumo clave -llave conmutadora- le impide cumplir con ese pedido y, en el exterior, con un cliente en Chile.
Irregularidades y "suspicacias"
La Dirección General de Aduanas detectó inconsistencias fiscales en torno a 100 personas que, en el segundo semestre de 2022, registraron 5.619 importaciones en el régimen simplificado de envíos internacionales (conocido como courier) por un valor de u$s 8 millones, aproximadamente.
A su vez, el organismo que dirige Guillermo Michel descubrió vinculaciones entre personas que importaron productos del mismo rubro: concretamente, 931 envíos que ingresaron al país mercadería del rubro informático, valuada en u$s 1.706.600.
Hay varios casos en los que distintos miembros de una misma familia han realizado importaciones vía el régimen de courier -muchos de estos siendo monotributistas o presentando una situación impositiva que merece ser examinada-, informó el organismo.
Sobre esta denuncia, un importador con más de 30 años en el negocio opinó que "es correcto que si se transgreden las reglas (podemos o no estar de acuerdo con los límites y el modus operandi) el peso de la ley caiga encima de los infractores", sin embargo, aclaró que "es parte de las propias inconsistencias que genera el sistema".
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Luego de la advertencia de un privado, en febrero, el Gobierno presentó una denuncia en la Justicia Federal contra una organización delictiva que exigía dinero para la aprobación de permisos de importaciones; en las últimas horas se publicaron nuevas versiones que volvían a apuntar a un "canon" por el 15% del valor (FOB) de la mercadería a ingresar.
Sobre esta nueva ola de sobornos, fuentes del sector, reconocieron que existe "suspicacia" de gestores que no necesariamente están vinculados a los despachantes de Aduana y que "especulan con la ansiedad producto de desesperación".
Por su parte, el presidente de la Unión Industrial de Berazategui (UIB), Alejandro Bartalini, desmintió "categóricamente" que la entidad haya denunciado maniobras ilícitas en las operaciones de comercio exterior vinculadas al Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA).
En un comunicado, aseguró que el vínculo con autoridades de la AFIP, la Aduana, la secretaría de Comercio y el Banco Central es "constante, fluido y resolutivo" para buscar "solucionar los problemas urgentes" que podrían atravesar las fábricas del conurbano ante la necesidad de realizar compras de insumos y bienes de capital en otras partes del mundo.
Cuestión de tiempo
En el mismo sentido, fuentes del sector privado, aseguraron que en los casos que se logró trascender la barrera de SIRA "tuvo más que ver la suerte que la mano real de un contacto dentro de los organismos públicos".
"Como las operaciones ´observadas´ se caen a los 90 días, los clientes entran en un estado de desesperación y entran a autorizar a personas en el sistema para probar suerte", planteó una despachante de Aduana.
"Lo que puede suceder es que justo el ´gestor´ que ofreció adelantar la aprobación de SIRA, lo consiga en ese último tramo", explicó y contó que existen días donde "no se aprueba nada" y otros donde "se autorizan 20 pedidos juntos".
En ese sentido, además del problema legal, alertó sobre la superposición de SIRAs que hacen distintos despachantes o "falsos gestores" en nombre de la misma empresa y por la misma importación, lo que "entorpece"; genera más trabas en el proceso y "engrosa" el volumen real de solicitudes.
Si bien las empresas de mayor dimensión cuentan con varios operadores autorizados para ingresar al sistema en su nombre, los profesionales recomiendan no duplicar los mismos pedidos, aguardar los plazos y hacer seguimiento de los reclamos.
Además, sugieren no cargar SIRAs que no vayan a ser utilizadas dado que esto disminuye la Capacidad Económica Financiera (CEF) del Importador.
Hoy, casi el 90% de las importaciones se inyectan en la matriz productiva, explicó un referente del sector y señaló: "ya no estamos discutiendo la importación de bienes finales que compiten con la industria local, el propio industrial, quién produce un bien o manufactura necesita saber si va a contar o no con insumos para sostener su estructura".