La Roma logró frenar el ritmo del encuentro con todo tipo de pérdidas de tiempo, hasta el punto de desesperar a los futbolistas realistas. La sensación de haberse perdido mucho más tiempo del recuperado era patente entre todos los presentes, pero se convierte en realidad al observar el informe oficial de la UEFA. El mismo, indica que el balón estuvo en juego sólo durante 53 minutos y 16 segundos, de los 103 minutos y 33 segundos que duró el partido. O lo que es lo mismo, el tiempo efectivo de juego fue de entorno al 50%.
Mourinho lo consiguió.
Kovacs lo permitió.
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