Las clave del futuro de Ancelotti en el Real Madrid

El Real Madrid disputa una temporada de 7 partidos, si le va bien. Si remonta en Copa al Barça, llegaría a la final y en Champions, son cinco los que llevan al títuilo

En la jornada nueve, el Real Madrid ganó al Barcelona en el Santiago Bernabéu, con superioridad y le dejó a tres puntos en la clasificación. El equipo de Ancelotti había empezado la temporada con el mismo ánimo que con el que terminó el curso pasado y era sencillo y salía fácil. Tres jornadas después, el líder entonces empató en el Bernabéu contra el Girona y en el choque siguiente perdió en Vallecas. Ahí el Barcelona le dio la vuelta a la clasificación y desde entonces no ha dejado de sumar puntos de ventaja hasta casi cerrar LaLiga con su triunfo al final del último clásico. El Real Madrid perdió ese encuentro y también ha sido derrotado en Villarreal y en Mallorca, además del Camp Nou. Y encima se ha dejado muchos punto en empates (Osasuna, Girona, Real Sociedad, Atlético y Betis). «Nos costó mucho enero porque después del Mundial nos costó coger una buena condición», explicaba Ancelotti tras la derrota en Barcelona Es cierto que mereció ganar algún partido y que puede hablar de decisiones arbitrales, pero no está siendo el equipo que el curso pasado se sobreponía a las circunstancias y sabía resolver los partidos cuando llegaban igualados al final. En el Camp Nou, en vez de ganarlo, lo perdió.

LaLiga está perdida porque ni se espera una caída del Barcelona ni el Real Madrid parece capaz de ser tan constante como para no fallar ni un poco en el campeonato. Al revés, no es la primera vez que el equipo blanco se enfrenta a una situación en la que tiene que poner todas sus ganas en otras competiciones y lo hace sin problema, y muchas veces, con éxito.

Ahora, LaLiga se detiene por los encuentros de la selecciones, con el debut de De la Fuente con España y el siguiente fin de semana, el Valladolid visita el Bernabéu como aperitivo a lo ya de verdad importa: el miércoles santo la vuelta de la Copa y la dos semanas siguientes, la eliminatoria de los cuartos de final de la Champions contra el Chelsea. «Nuestra prioridad es preparar bien los partidos. Solo así se pude terminar bien la temporada. Vamos a pelear hasta el final en todas las competiciones con muchísima confianza. Vamos a pelear la Liga hasta el final», aseguró Carlo Ancelotti, que no quiere que el equipo se despiste de la cuenta en LaLiga.

Ancelotti necesita encontrar un equipo

El entrenador italiano ya sabe que su futuro en el banquillo blanco depende de si consigue exprimir lo mejor de sus futbolistas en las distancias cortas que le quedan. En Copa, si consigue remontar en la vuelta, le quedan dos encuentros. En Champions, si todo va bien, son cinco encuentro. Como mucho, siete encuentros para prolongar su estancia y para sacar lo mejor de una plantilla que no está rindiendo tan bien como se esperaba.

Ancelotti aseguró que el partido en Barcelona no le genera dudas, pero lo cierto es que no se termina de resolver la transición de la que tanto ha hablado en el centro del campo. Empezó el choque con el mismo once que había ganado contra el Liverpool, esto es, Modric y Kroos junto a Camavinga y Valverde; y arriba Benzema y Vinicius. «Juegan porque son los mejores», aseguró el italiano tras el choque de Champions. Pero ya no son los mejores todos los días y tampoco en los días más importantes, como ocurrió en el Camp Nou. Benzema jugó todo el encuentro, pero apenas hubo noticias suyas, lento y sin remate. El Madrid mejoró con Rodrygo de segundo delantero y asociándose con Vinicius.

Y mejoró también, se fue arriba con decisión, cuando cambió el centro del campo. Ceballos, que se llevó una agresión de Gavi sin balón que no se quiso señalar con roja (ni con falta), tuvo un papel determinante en el resurgir sin premio del equipo.

Hasta ahora, con tiempo para reaccionar, Ancelotti ha elegido siempre a los futbolistas con más jerarquía porque se fia de ellos y porque le crea menos problemas en el vestuario. Con LaLiga perdida puede repartir minutos, pero sus decisiones serán básicos en los pocos, pero muy decisivos, partidos que le quedan.

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