Reabre la mina romana de Cuenca «más completa» de donde se extraía el 'lapis specularis' hace 2.000 años
Espejillo, piedra del lobo, espejillo de asno, piedra de la luna, piedra de luz, sapienza o reluz . Estos son algunos de los nombres que ha recibido a lo largo de la historia el ' lapis specularis ' o espejuelo, un tipo de piedra de yeso traslúcido muy valorado en la Antigua Roma que se explotaba para la fabricación, a modo de cristal, de ventanas fundamentalmente durante los siglos I y II d. C. en la provincia de Hispania. En concreto, este mineral se extraía de las minas que existían en lo que actualmente es la provincia de Cuenca. Ya el historiador romano Plinio el Viejo contaba en su obra Naturalis Historia , en el siglo I d. C., que se hallaba a 100.000 pasos alrededor de Segóbriga, centro administrativo de la comarca durante el Imperio Romano. Noticia Relacionada LIBROS estandar Si Cuando los hispanos 'reinaron' en Roma Luis Alberto de Cuenca Carlos Goñi enumera, en un ameno friso, los hombres y mujeres que aportó Hispania a la misión colectiva que llevó a cabo la Antigua Roma en la Historia universal Allí, a tan sólo 30 kilómetros, en el municipio de Osa de la Vega, se encuentra 'La Condenada', la mina más completa de 'lapis specularis' de la época romana , que este sábado vuelve a abrir sus puertas. Eso, después de que una colonia de una especia de murciélagos protegida haya hibernado en la cueva donde se localiza, como sucede por estas fechas, desde primeros de noviembre hasta ahora. «Los romanos sabían fabricar vidrio, pero sin tener depurada la técnica, para lo que recurrían a este material transparente y totalmente plano, que servía para hacer numerosos objetos, entre ellos las ventanas de la época», cuenta a ABC Miguel Ángel Rada, gestor y guía turístico de este espacio único. Según explica, la de 'La Condenada' es la mina «más completa» de todas las que existían en la época romana. De hecho, es la tercera mina conquense de 'lapis specularis' preparada para recibir turismo, junto con las de La Mora Encantada en Torrejoncillo del Rey y Las Cuevas de Sanabrio de Saceda del Río en Huete , y forma parte de uno de los conjuntos mineros más extensos e interesantes de Castilla-La Mancha. «La cavidad se conserva prácticamente inalterada desde su explotación en el siglo I d.C., por lo que quienes se adentran en ella pueden realizar un viaje en el tiempo y retroceder 2.000 años explorando una trama laberíntica de casi un kilómetro de recorrido subterráneo en tres niveles accesibles entre sí», afirma Rada. Todo aquel que se acerque a conocerla, visita primero el centro de interpretación, para posteriormente adentrarse en el complejo minero, donde se puede hacer un recorrido por lo que era el poblado donde vivían los trabajadores que extraían el 'lapis specularis', así como las escombreras donde se depositaban los restos. Pero la parte más emocionante de la visita es bajar a uno de los 26 pozos con los que cuenta este complejo minero , que es el de 'La Condenada'. El itinerario por las galerías por las que descendían los mineros romanos tiene una duración de dos horas aproximadamente, algo que pueden hacer casi todos los públicos, excepto las personas con algún tipo de discapacidad física. Tiene una profundidad de unos 31 metros, pero los visitantes tan sólo bajan hasta los 16 metros. Eso sí, el guía recomienda el uso de calzado cómodo y deportivo debido a la inestabilidad del terreno en algún punto. «Es todo un éxito», asegura Rada, que avisa de que hay que reservar con antelación para poder conocerla. De hecho, señala que los próximos fines de semana ya están llenos y adelanta que están cerrando las reservas para los días de Semana Santa. Un atractivo turístico del que se benefician no sólo en Osa de la Vega, sino en todos los municipios de alrededor. Hasta allí llegan españoles de todos los puntos de España, sobre todo de Madrid, Valencia y de la propia comunidad de Castilla-La Mancha, pero también muchos turistas de Estados Unidos, Canadá y otros países. La gente aprovecha su visita para conocer no sólo las minas, sino Belmonte y su castillo, Uclés y su monasterio y, obviamente, la villa de Segóbriga , cabeza administrativa de toda esta zona de la provincia de Cuenca durante época romana. En su opinión, «no se entendería el 'lapis specularis' sin Segóbriga y a la inversa».