Pomadita china
¿Cuándo se esfumaron aquellas estimulantes conversaciones sobre el último suceso editorial, o la más nueva exposición pictórica, el desgarro sentimental del cineasta en el mejor alegato de su filmografía, aquella canción musitada al oído predestinado en estado de embeleso, la espléndida coreografía de un ballet estrenado en el festín de la danza? Las píldoras para la hipertensión arterial han sustituido definitivamente a las bellas artes, pensé.