El traumatólogo del Hospital Universitario de Valme de Sevilla Ricardo Mena-Bernal Escobar ha sido elegido presidente de la Sociedad Andaluza de Traumatología y Ortopedia (SATO). Esta sociedad tiene carácter científico, sin ánimo de lucro, y su finalidad es el fomento del estudio, enseñanza, investigación y práctica de la especialidad de Traumatología y Ortopedia médica y quirúrgica, además de facilitar, proteger y promocionar la labor de los profesionales que la ejercen. Especializado en patología de Raquis, Mena-Bernal es profesor asociado de la Universidad de Sevilla y dispone de numerosas publicaciones científicas en revistas médicas nacionales e internacionales. Licenciado y doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Sevilla, desarrolla su actividad asistencial en la Unidad de Columna del Hospital Universitario de Valme. Como investigador ha participado en numerosos estudios relacionados con diferentes subpatologías traumatológicas como la osteoporosis, estudios epidemiológicos de fracturas en mujeres mayores de 45 años, perfil de riesgo para fracturas por fragilidad de las pacientes postmenopáusicas en tratamiento, manejo del dolor neuropático secundario en pacientes con patología de columna o estándares asistenciales del dolor mixto, entre otros. Ha sido director y monitor de prácticas de las nueve ediciones del «Taller Teórico-Práctico de Abordajes Quirúrgicos en Columna Lumbosacra» que organiza anualmente la propia Unidad de Columna de Valme en colaboración con el departamento de Anatomía y Embriología humanas de la Universidad de Sevilla. —¿La Traumatología es una de las especialidades «estrella» de los MIR? —Es una especialidad a la que antes o después todo el mundo acabará consultando consultando, puesto que trata patologías muy frecuentes en todo el mundo, lo cual la hace muy popular. Sin embargo, las plazas MIR que salen no cubren la demanda creciente de profesionales de esta especialidad que trata a personas de todas las edades, desde población infantil a personas mayores. —¿Faltan traumatólogos en Andalucía? —Sí. Tanto en los hospitales públicos como privados. Y se está dando una importante fuga de profesionales, aunque esa palabra no me gusta, que se esetán yendo al extranjero en búsqueda de mejores condiciones laborales. —¿A qué países? —A países europeos y Estados Unidos, pero principalmente a Francia, Inglaterra e Italia. Hay una necesidad imporante de traumatólogos en esos tres países y todos saben que el MIR forma muy bien y por eso los contratan cuando acaban. Los jóvenes, además, saben idiomas y no tienen tantos problemas de adaptación. —¿Pasará con los traumatólogos como con los médicos de familia, que se van a jubilar en un gran número en los próximos años? -Sí, pero eso está pasando con casi todas las especialidades. El sistema MIR debe ampliarse en Traumatología y todas esas especialidades donde hay o va a haber escasez de profesionales en los próximos años. En el caso de los traumatólogos va a ser imprescindible para cubrir la demanda de atención de esas patologías. —¿Cuáles son las patologías más frecuentes que tratan? —Son muchas pero la artrosis quizá sea la más prevalente. Los traumatismos por accidentes también son muy frecuentes y cada vez tratamos más casos de osteoporosis. El estilo de vida actual y el sedentarismo están cambiando esta prevalencia: antes eran más habituales las artrosis de cadera y ahora son las de rodilla. La mayor esperanza de vida también influye en una mayor incidencia de osteoporisis y de más enfermedades degenerativas. Tratamos más fracturas por fragilidad ósea, cadera y columna vertebral, y hay más personas dependientes que necesitan de cuidados importantes y de más apoyo médico. —¿Se ha avanzado mucho en el tratamiento de estas patologías en los últimos años? —El avance ha sido enorme, no sólo en los tratamientos frente a las fracturas y en los procedimientos quirúrgicos sino también en los materiales. El titanio, por ejemplo, se adapta muy bien al hueso y hace que crezca bien . También se están utilizando materiales reciclados que funcionan bien y hacen que el hueso crezca más y mejor, que es lo que se necesita cuando tenemos una fractura o una lesión ósea que requiera de una intervención. —El aumento de la esperanza de vida está aumentando la presión sobre el sistema sanitario. ¿Resistirá sin refuerzos? —El sistema sanitario, tanto el público como el privado, hacen lo que pueden y están asumiendo esta mayor demanda adaptando los servicios médicos a estas nuevas patologías o al aumento de las mismas, no sólo en mi especialidad, la de Traumatología. Las personas de edad avanzada tienen una prevalencia de más enfermedades como la diabetes o la hipertensión, y es imprescindible adaptarse a las nuevas y crecientes necesidades de la población, no sólo de edad avanzada, sino también adulta o infantil. Todos aspiramos ahora a tener mayor calidad de vida y antes la población no consultaba determinadas cosas. Lo que es innegable es que van a hacer falta más médicos y profesionales sanitarios en el futuro.