Litio: gestiones en Washington para que un impuesto de EE.UU. no trabe la exportación argentina
Joe Biden ponderó el trabajo conjunto con Argentina para desarrollar este mineral clave para la transición energética, pero una ley de ese país pone en peligro al producto local. Puja por inversiones chinas.
El Gobierno acelera las gestiones para que un impuesto encubierto al litio argentino le quite competitividad a este insumo estratégico en los Estados Unidos, al que hoy es el cuarto destino de la exportación pero que acelerará la transición hacia vehículos eléctricos en los próximos años.
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A fin de 2022, el Congreso estadounidense votó, a instancias del presidente Joseph Biden, una Ley de Reducción de la Inflación. Entre otras cosas, la norma incluye préstamos blandos a los consumidores de ese país que compren autos eléctricos, de hasta u$s 7500. Pero agregó que, para que ese beneficio se concrete, las baterías de los vehículos deben estar manufacturadas con insumos de países con los que Estados Unidos tenga tratado de libre comercio. Eso quita del radar a Argentina y beneficia, entre otros, a Chile.
Litio: insistencia argentina
El trabajo de la Embajada en Washington fue permanente desde fin de año. A mediados de diciembre, el embajador Jorge Argüello escribió una columna en el diario Perfil en la que afirmó que la norma, todavía no reglamentada, "ha generado preocupación en las empresas automotrices y mineras, al igual que en el gobierno argentino y las autoridades de otros países proveedores de los Estados Unidos". El Gobierno busca que la reglamentación blinde al litio argentino.
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A mediados de marzo, este tema dominó una reunión que las secretarias de Energía y Minería, Flavia Royón y Fernanda Ávila, mantuvieron con el subsecretario de Energía, David Turk, durante su visita a Buenos Aires. Las funcionarias le plantearon que la norma aleja inversiones de empresas estadounidenses en el país y perjudica, principalmente, a la estadounidense Livent, hoy principal exportador de litio y sus derivados. Livent abastece a Tesla y General Motors, entre otras.
Fernanda Ávila y Flavia Royón, secretarias de Minería y Energía, le reclamaron a Estados Unidos por la medida.
China
Turk tomó nota y respondió con algo que le agregó geopolítica al conflicto. Dijo, según fuentes argentinas, que el país debía prestar atención a los socios comerciales con los que hacía negocios. Apuntaba, claro, a China.
China es el principal comprador y el mejor pagador del litio argentino. En 2022, compró el 42% de las exportaciones de litio. Japón adquirió otro 33%, Corea del Sur un 13% y Estados Unidos, 9%. El martes último, Japón y Estados Unidos firmaron un acuerdo de colaboración en "minerales críticos".
China vino con fuerza por el litio argentino. Seis proyectos con distinto grado de avance tienen participación de capitales chinos. Sin embargo, la mayoría de los proyectos ya iniciados o por concretarse son de capitales canadienses o australianos, dos potencias globales a nivel minero.
La respuesta argentina a Turk fue diplomática y lógica. Por un lado, dijeron las funcionarias, el país no pone obstáculos a las inversiones que quieran hacer las empresas privadas. Por otro, razonaron, restringir el mercado estadounidense profundizaría la relación con el principal comprador de litio del mundo.
Pero el mensaje, según interpretan en despachos de Gobierno, apuntaba a otros proyectos: la construcción de la cuarta central nuclear, Atucha 3, con financiamiento chino, y a la licitación de las telecomunicaciones 5G.
Bilateral
El litio estuvo en la agenda de la reunión bilateral entre Biden y el presidente Alberto Fernández en la Casa Blanca. Biden enfatizó la colaboración en tres temas críticos de la agenda global: energía, alimentos y litio como factor clave en la lucha contra el cambio climático. "Argentina es el gran proveedor de litio para Estados Unidos", dijo Fernández a C5N. "El primer importador de litio de Argentina, es Estados Unidos", agregó, aunque es China.
Fuentes oficiales dijeron que el tema estuvo sobre la mesa de las gestiones que también hizo el ministro de Economía, Sergio Massa. No hubo avances importantes para evitar que se desincentive el uso de litio argentino en la principal economía del planeta. La delegación diplomática que encabeza Argüello reclama en cada reunión con funcionarios estadounidenses, en el Departamento de Estado, en Comercio y en distintos organismos oficiales.
La mesa del litio, que encabezan los gobernadores de las provincias productoras.
El Gobierno también busca que inversiones estadounidenses se focalicen no solo en la extracción del mineral, sino en su valor agregado en la Argentina. La transformación a carbonato de litio agrega entre 6 y 9% de valor al mineral. La celda de litio, casi 80%. En la actualidad, el litio argentino representa el 0,8% de la cadena de baterías de litio. Las nuevas inversiones y la aspiración en convertirse en un gran exportador de carbonato más que triplicaría ese peso relativo, hasta un 2,6%.
El proyecto de ley que trabajan las provincias productoras y la Secretaría de Planeamiento Estratégico busca asegurar que una porción del mineral deba industrializarse en el país.