El consumo de fentaniloen México ha crecido en los últimos años, pero la cifra todavía es muy baja, destacó Nadia Robles, directora de Programas Nacionales de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic). Resaltó que el uso de esta droga se concentra en el norte del país, y que en muchos de los casos es utilizada por personas en situación de calle.En entrevista para MILENIO, la funcionaria federal explicó que, en el 2020, recibieron 72 casos de consumo de fentanilo en toda la red de atención a las adicciones del país, mientras que en el 2021 la cifra fue de 184, es decir, 155 por ciento superior.Señaló que, para el 2022, la Conadictuvo 318 casos de uso de fentanilo, lo que significó un aumento de 72 por ciento, en comparación con el año anterior. La utilización de esta sustancia había registrado cinco casos en el 2013 y tres en el 2014.“Entonces, estamos hablando de un crecimiento, sí, pero de un número realmente muy acotado de consumidores”, subrayó.La también directora del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas precisó que los casos de uso del fentanilo se han detectado principalmente en ciudades fronterizas conEstados Unidos.“Particularmente los hemos detectado en algunas ciudades de Baja California, de Sonora, en algunos casos en Sinaloa y en Chihuahua. Hablamos de ciudades como Mexicali, Tijuana, San Luis Río Colorado, Nogales, Ciudad Juárez”, expuso.La especialista en psicología detalló que, quienes consumen fentanilo, son personas que, por lo general, migraron del uso de otra sustancia, como la heroína.“En la comunicación general, a veces se piensa que cualquier persona experimenta con fentanilo y no es así. Realmente lo que estamos viendo en los casos que se presentan en tratamiento, es que son personas que ya consumían otro tipo de opioide, y entonces empezaron a consumir esta sustancia”, apuntó.Robles Soto añadió que la mayoría de los consumidores de fentanilo en nuestro país son personas adultas, principalmente hombres, y en muchos casos, en situación de calle.“Muy desafortunadamente en algunos casos, se trata de personas que viven en situación de calle, no todos los casos son así, pero vemos que la agudización de los efectos de la sustancia, pues se ve revestida realmente por el contexto en el que estas personas viven, que es de bastante carencia y distintas limitaciones que están experimentando, a la que se suma el consumo de sustancias”, agregó.Nadia Robles recordó que esta sustancia es bastante adictiva, pero su particularidad es que es muy potente, lo que puede causar muchos más daños a la salud de los consumidores.Agregó que el monitoreo que se realiza en el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas al fentanilo ha servido para implementar estrategias para frenar su uso.“Es para dar elementos a quienes toman decisiones, a quienes implementan programas, justamente ya hay estrategias focalizadas en las zonas donde se ha detectado presencia de uso de fentanilo, para dar atención básicamente con estrategias de reducción de daño, con elementos como prevenir sobredosis, que es una de las cuestiones por las que más vulnerables son estas personas, porque el fentanilo puede causar intoxicación aguda hasta llegar a la muerte.“Entonces, esos programas ya se están implementando, y se están realizando justamente con base en esta información que vamos teniendo”, precisó.HCM
