En marzo de 2022 la Junta de Andalucía ordenó el cierre de una residencia de ancianos en la avenida Manuel Siurot de Sevilla. Era el resultado de cuatro años de inspecciones, en las que se detectaron malas prácticas por parte del director que rozaron el « trato inhumano e indigno »: atar a los residentes con sábanas sin ninguna prescripción médica, servir alimentos escasos y caducados, como huevos, o esconder a una trabajadora irregular en un armario durante una visita de los inspectores. Además, el acusado no tenía ni titulación ni experiencia para dirigir el centro. A pesar de estas negligencias, no fue hasta hace un año cuando la Administración autonómica decidió clausurarla . El asunto se puso en conocimiento...
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