Croacia convierte el debut de España en una pesadilla
PESTAÑA espana-croacia-grupos-europeo-2024 Crónica 4 España, consciente de que nadie regala nada en un Europeo de balonmano, vio su teoría hecha realidad en el debut ante Croacia . Los balcánicos convirtieron en una pesadilla el aterrizaje nacional en el torneo, turbulencias que acabaron por provocar el siniestro de los chicos de Ribera, sobrepasados de principio a fin. Falló la defensa, tanto por la falta de unidad como por el acierto rival, inspiradísimo el combinado del este mientras era elevado por la grada alemana. Tampoco se encontraron respuestas en ataque, ni por dentro ni por los extremos de la cancha. Y, ante la falta de decisión, Croacia, que buscaba venganza tras perder la final del Europeo de 2020 contra los Hispanos, acabó por jugar con una superioridad abrumadora, convertidos los españoles en espantapájaros ante su balonmano. La selección ya no puede cometer más errores. Una falange croata se erigió ante los chicos de Jordi Riber a , puntiaguda, impenetrable. Duros primeros pasos para España en el Europeo, que sufría de lo lindo para encontrar disparos francos. Mientras, los balcánicos sacaban las garras, muy veloces al contraataque, convirtiendo en una mina de oro cada robo. El público alemán se quedaba afónico a la hora de molestar al combinado nacional, territorio comanche la ciudad de Mannheim. Noticia Relacionada Balonmano estandar No Movilización masiva de Islas Feroe: el 10% de su población viaja al Europeo J. C. Unos cinco mil de los 49.620 habitantes del país nórdico se encuentran en Alemania para animar a su selección El parcial era crudo, 3-6 para los croatas, y solo Agustín Casado , tres tantos para el almeriense en los primeros minutos, alcanzaba con facilidad la portería defendida por Ivic . Poco a poco, y pese a la lesión en la mano izquierda de Sánchez-Migallón , a España le iba subiendo la temperatura corporal, absorbía los nervios del debut, los hacía suyos. Solo faltaba que la defensa, seña de identidad del equipo, cerrase mejor para intentar un abordaje en el marcador. El énfasis rival ya no era tan regular. La veteranía de Canellas le dio un nuevo aura a la selección, con mucho más poso tanto en ataque como en defensa. Pero Croacia jugaba de maravilla sus cartas, muy dañina tanto por dentro como por fuera. Mientras, la selección se agarró a dos cañonazos de Garciandia desde la frontal para llegar al descanso cuatro tantos por debajo en el electrónico. Si el intermedio se vislumbraba como una oportunidad para que Ribera metiese bisturí, para que sus pupilos cerrasen filas, el resultado fue de lo más decepcionante. Croacia revivió la llama de su corazón, y lo hizo con gasolina. Fue tremenda la salida en tromba de los balcánicos, que pasaron por encima de la selección, ratones contra búfalos. Martinovic y Lucin fusilaban a Pérez de Vargas sin oposición y España se golpeaba una y otra vez contra la defensa rival. Siempre llegaba tarde el combinado nacional y, cuando no había gol, cuando parecía cuajar una buena defensa, la falta y los siete metros ensombrecían el horizonte. Si en la primera mitad la diferencia no superaba los cuatro tantos, en la segunda aumentó hasta los ocho, un salto inasumible según iban pasando los minutos. Nada funcionaba y nada funcionó. España no supo despertar de la pesadilla. Y, tras la derrota, ya casi no tiene margen de maniobra.