El PP se lanza a adoctrinar en la escuela pública
El PP, ese partido de “la libertad” de tomar cañas en pandemia (y repartirse sobres B), pero no de la libertad de independizarse que da subir el salario mínimo interprofesional, ni la de tener una buena educación y sanidad universales pagados con impuestos a la banca megaforrada, ni la de amar a quien se quiera, o abortar, o morir con dignidad… El PP de “la igualdad” empuñada como arma para enfrentar comunidades, pero no de la igualdad real entre gente de distintas clases sociales o identidades de género… El PP que lleva años acusando a la izquierda de adoctrinar por crear la asignatura de Ciudadanía para inculcar convivencia y derechos humanos, abre vía ahora, en Andalucía, para meter en la escuela pública los mítines con su ideario que ya da en la concertada.
Sí, porque tras el mitin en horas lectivas del ultra Mayor Oreja el pasado diciembre ante cientos de alumnos del concertado Cristo Rey de Madrid, en que soltó perlas como que “España está en caída libre (…) por culpa de un proyecto letal suicida que sumó a la izquierda, a los socialistas, comunistas y nacionalistas cuyo capitán general fue esta organización terrorista que se llama ETA”, ahora el supuestamente moderado PP andaluz de Moreno Bonilla toma el relevo organizando arengas también en horario de clase, pero ya en institutos públicos, gracias a un convenio con la reaccionaria Fundación Villacisneros.
¿La excusa? Aprovechar que el 30 de enero es el Día escolar de la paz y la no violencia, para “reflexionar sobre ETA”. La Junta de Andalucía, en una intromisión que ha indignado a gran parte de la comunidad educativa, docentes y familias, en una iniciativa sin precedentes, como reconoció la consejera Patricia del Pozo a Canal Sur Radio, ha enviado una circular aleccionando para “poner en valor el proceso de la Transición española”, “la Constitución (…) que inspira una actitud de vigilancia ante cualquier amenaza o cuestionamiento” y “dar a conocer al alumnado la lacra que supuso para la sociedad civil española el terrorismo de ETA (…) y el sufrimiento de las víctimas”, destacando al asesinado concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco.
El PP debió ver insuficiente la carta, en plena estrategia de ataque al Gobierno de Pedro Sánchez no solo por la amnistía sino también por el apoyo de EH Bildu, y ha añadido a la misma la firma de un convenio por la Consejería de Educación andaluza para que quien enseñe al alumnado de 3º y 4º de la ESO y Bachillerato sobre el terrorismo etarra sea la Fundación Villacisneros, que se define monárquica, cristiana, antiabortista, antieutanasia y defensora de “la unidad de España y la familia tradicional”.
Una fundación en cuyo patronato han estado el ya citado Mayor Oreja, Esperanza Aguirre o el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch. Y el mismo día de la firma dan ya su primera catequización, en el instituto público San Isidoro de Sevilla. A cargo de Teresa Jiménez-Becerril, exdiputada del PP, hermana del concejal sevillano asesinado con su mujer por ETA en 1998 y actual adjunta primera del Defensor del Pueblo Español, quien, según un cronista local presente en el acto, llegó a decir ante el alumnado “no hay terrorismo malo, terrorismo bueno, terrorismo light”, en clara alusión a las diferencias en torno a la ley de amnistía.
¿Pero esto qué es sino adoctrinar? ¿Por qué usar el Día de la Paz para hablar de ETA, que no mata desde hace 14 años, que se ha disuelto le pese a quien le pese, en vez de para denunciar e intentar parar el genocidio diario de palestinas y palestinos, tantísimos de la edad de nuestro alumnado? ¿Por qué no salvar del olvido la masacre en Ucrania o la de las y los heroicos sudaneses, como la activista “la reina nubia”, que en 2019 derrocaron al dictador Omar al Bashir y hoy sufren la represión del ejército?
Por supuesto que nuestras hijas e hijos, libres del pavor a ETA con el que nosotros crecimos, deben conocer qué fue. Verdad, justicia y reparación son clave para sanar y vacunarnos contra el crimen. Algo que el PP y Vox no aplican al golpe de Estado, la guerra y dictadura franquistas.
La cuestión, en estas charlas encargadas por el PP a la Fundación Villacisneros, es:
¿Hablarán al alumnado del atentado de 1973 contra el presidente de gobierno franquista Carrero Blanco?
¿De la existencia de disidentes como Yoyes a quienes también asesinó ETA?
¿De cuánto repetimos las y los demócratas al mundo abertzale que todas sus ideas, hasta la independencia, eran defendibles por la vía política, sin violencia?
¿Del terrorismo de Estado y sus víctimas como, Laura Martín, viuda del último asesinado de los GAL, Juan Carlos García Goena, confundido con un etarra, cuya muerte dejó tres huérfanas, la menor aún no nacida pues Laura Martín estaba embarazada?
¿De cómo miembros de EH Bildu, como el actual diputado Oskar Matute, participaron en vigilias por la liberación de Miguel Ángel Blanco, secuestrado y luego asesinado?
¿De que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dictado para vergüenza española que Arnaldo Otegi, coordinador de EH Bildu, estuvo en prisión por un juicio injusto con una jueza parcial?
¿De los encuentros de petición de perdón de asesinos a víctimas, como el de Luis Carrasco y Maixabel Lasa, viuda del asesinado socialista Juan Mari Jáuregui?
Designar a la Fundación Villacisneros para estas charlas, en vez de a expertos independientes o a paneles de asociaciones de víctimas de distintas sensibilidades, deja claro que el PP andaluz, “moderado” y con una mayoría absoluta que no necesita de Vox, busca adoctrinar. Busca hacerlo dentro de la misma estrategia que les lleva a lanzar una guía de educación afectiva y sexual con el lema tránsfobo de los ultracatólicos de Hazte Oír: “Los niños tienen pene y las niñas vulva”.
Y entrando al asalto ideológico de una escuela pública que maltratan, asfixiándola económicamente (¡colegios en Sevilla con 500 alumnos y 1 limpiador!), quitándole unidades y líneas, desprestigiándola para dar negocio a la concertada católica que adoctrina de buen grado.
Es de exigir que nuestras instituciones garanticen que nuestras hijas e hijos reciban una enseñanza libre del adoctrinamiento del PP. Que llegue la respuesta decidida del Defensor del Pueblo Andaluz a quien ha apelado Adelante Andalucía, y del Defensor del Pueblo Español pese a que Teresa Jiménez-Becerril sea su adjunta primera, o por eso mismo con más motivo. Sin descartar el amparo de la Justicia, que no todo va a ser ver a tribunales como el Supremo devolver hoy la Medalla de Oro al ministro franquista Utrera Molina que tan merecidamente le quitó la Diputación de Sevilla.
A ver si para que los tribunales españoles protejan a la ciudadanía frente a la casta poderosa de raíz franquistoide más que cambiar, como el PP clama en Europa, el sistema de nombramiento del CGPJ lo que va a urgir es democratizar el acceso de brillantes alumnas y alumnos de Derecho sin pedigrí a las más altas cimas de una carrera judicial que aún están copadas por hijas y sobre todo por hijos de papá.