El PSOE, este PSOE, ha constatado ante los últimos nostálgicos del puño y la rosa que se negaban a salir de su vintage ensimismamiento, que su vocación es la del camaleón, adoptando el color que le haga falta para camuflarse según el hábitat y las necesidades de campaña. Ocurre que es tal su daltonismo ideológico que ha pasado de saurópsido escamoso a vergonzante comparsa. El PSOE, ese que sirve y del que se sirve Sánchez, ya no aspira a absorber siglas para luego fagocitarlas como ocurrió con Podemos; ni a colonizar una marca blanca como la plataforma, movimiento, agrupación o charanga que sea eso de Yolanda, la otra gallega vapuleada en estos comicios. Lo que sí será el PSOE mientras...
Ver Más