Aparece en el fondo de una letrina una tablilla del siglo XV para invocar demonios y deshacerse de enemigos
Se trata de una especie de amuleto conocido como "tablilla de maldición", utilizado en la antigua cultura grecorromana para deshacerse de un enemigo
En el transcurso de unas renovaciones en el Ayuntamiento de Rostock, Alemania, se ha desenterrado un objeto peculiar de metal en lo que solía ser el fondo de una antigua letrina.
Se trata de una especie de amuleto conocido como "tablilla de maldición", utilizado en la antigua cultura grecorromana para deshacerse de un enemigo, vecino o socio problemático, o al menos para trastocar sus planes.
Estas tablillas, que podían ser láminas delgadas de plomo, cera o papiro, llevaban escritas plegarias a los dioses solicitando daño para el objetivo en cuestión. Se invocaba a divinidades como Hermes, Caronte, Hécate y Perséfone para que trajeran alguna desgracia al destinatario.
Una vez escritas, estas tablillas se enrollaban y se enterraban, a menudo en grietas de santuarios subterráneos o simplemente se arrojaban a pozos para que surtiera efecto el maleficio.
Se creía que esta práctica se había limitado al período que abarcaba desde el 800 a.C. hasta el año 600 d.C., pero el reciente descubrimiento demuestra que su uso persistió hasta la Edad Media.
Resulta curioso que esta tablilla en particular se haya encontrado en el fondo de una letrina que perteneció a una casa medieval.
Una inspección reveló que estaba inscrita con letras góticas minúsculas que decían "sathanas taleke belzebuk hinrik berith", una maldición dirigida a una mujer llamada Taleke y a alguien llamado Hinrik, condenándolos a lidiar con los demonios Satanás, Belzebú y Berith. ¿Acaso un asunto de celos? Es un enigma.
Es poco común encontrar tablillas de maldición de la época medieval. Jörg Ansorge, el jefe de los arqueólogos de Rostock, no se sorprendió de que la tablilla fuera hallada en el fondo de una letrina, ya que estas maldiciones se ocultaban en lugares de difícil acceso o imposibles de encontrar.
Los sótanos de la calle An der Hege, donde se encontraba la letrina, eran parte de seis casas medievales que fueron reconstruidas significativamente después de un gran incendio en 1677 y luego destruidas durante los bombardeos de 1942.
Ansorge estima que la tablilla de maldición fue depositada en la letrina en el siglo XV.