Funcionarios de prisiones piden el cese de consejera catalana de Justicia y protestarán en plaza Sant Jaume el miércoles
Se organizan al margen de los sindicatos y rechazan negociar con "manos manchadas de sangre"
BARCELONA, 19 (EUROPA PRESS)
Funcionarios de prisiones organizados al margen de los seis sindicatos del sector han reclamado que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, cese a la consellera de Justicia, Derechos y Memoria, Gemma Ubasart, y al secretario de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima, Amand Calderó, y han anunciado un protesta el miércoles a las 11 horas en la plaza Sant Jaume de Barcelona, donde está el Palau de la Generalitat.
Lo han explicado en rueda de prensa este martes los trabajadores de las prisiones de Mas d'Enric (Tarragona) y Quatre Camins (Barcelona) Raquel, Sandra, Francina y Gabi, que han rechazado dar sus apellidos.
"Estamos enfadados, llevamos cinco días. Si ellos no quieren dimitir, señor presidente del Govern, Pere Aragonès, usted tiene la potestad de cesarlos. Céselos, por favor, estamos muy dolidos, estamos consternados", ha dicho Francina en referencia a los cinco días de protestas y bloqueos en las prisiones catalanas a raíz de la muerte de la jefa de cocina de Mas d'Enric, donde trabaja, a manos de un preso que después se suicidó.
En respuesta al ofrecimiento de mano tendida que ha reiterado Ubasart los últimos días para llamar a los funcionarios a negociar, Sandra ha dicho: "No queremos manos manchadas de sangre, que es lo que nos ofrecen. No las aceptaremos en ningún momento", ha explicado que además de las dimisiones de Ubasart y Calderó reclaman también la de los directores de Mas d'Enric y Quatre Camins.
"Queremos estar dirigidos por personas que sepan lo que es dirigir a personas, personas que tengan sensibilidad, que comprendan la situación en la que nos encontramos, y eso es muy difícil si hablamos de señores que están en unos despachos, que no han trabajado en el medio, que no han pisado patios, como hemos hecho todos los que estamos aquí", ha añadido Sandra.
En el mismo sentido, Gabi ha criticado: "Nos sentimos ninguneados, absolutamente desautorizados", y ha lamentado que no se les tiene en cuenta al decidir si a un preso puede asignársele un trabajo como estar en la cocina.
ORGANIZADOS SIN SINDICATOS
Raquel, funcionaria de Quatre Camins, ha avisado de que las protestas seguirán y que las movilizaciones "ahora mismo no están dirigidas ni lideradas por los sindicatos, se están tomando las decisiones de manera asamblearia con toda la dificultad que eso supone".
Sandra, jurista y criminóloga de Lledoners (Barcelona), ha matizado que la convocatoria del miércoles en la plaza Sant Jaume es la única acordada por ahora pero "no tiene por qué ser la única" que haya durante la jornada.
"El colectivo está decidido a mantener con fuerza las protestas porque no sentimos que se nos esté escuchando", ha añadido Raquel sobre la continuidad de las protestas que empezaron el jueves de la semana pasada.
Francina también ha alertado de que los presos han perdido el respeto a los funcionarios: "Nos atan de pies y manos y cuando tenemos una falta de respeto no tenemos un medio para que esta conducta sea corregida. Entonces, cuando hay una falta de respeto pequeña y no es corregida, ¿qué pasa? Que la falta de respeto es más grande. Y si no es corregida, ¿que pasa? Que la falta de respeto es más grande y podemos llegar a agresiones".
"SOLOS" CON LA CONFLICTIVIDAD DE PRISIÓN
Raquel ha contado un incidente de la semana pasada en Quatre Camins con un interno que estaba en un departamento especial y "se avisó de que este interno seguramente acabaría cometiendo agresiones".
"Se le puso incluso a modo, vamos a decir, experimental, apoyado por la dirección del centro, un funcionario obligado, bajo coacción de si no perder su trabajo, a hacerle un seguimiento constante, a ser la sombra de este interno. Todos los funcionarios pusieron el grito en el cielo, avisaron de que esto era una bomba y que iba a explotar", y ha añadido que finalmente el miércoles de la semana agredió a cinco trabajadores que necesitaron atención hospitalaria.
Ha lamentado que no se les "escucha" a pesar de que son quienes tienen más interacción con los presos, y ha justificado la reclamación de dimisiones porque considera que quienes les dirigen no entienden sus problemáticas.
Sobre la dificultad del trabajo en la prisión, ha añadido: "Os tenéis que imaginar un cóctel molotov brutal en el que se mezclan todo tipo de tipologías diferentes, y nosotros nos encontramos allá muchas veces solos o prácticamente solos para mediar con toda la conflictividad y tensión que esto puede generar".