El físico Erwin Schrödinger vivió cinco años en Zurich, en Huttenstrasse número 9. Visité el lugar hace casi cuatro décadas. Había en el jardín un gato metálico, de color dorado. La posición del animal variaba cada día de suerte que el visitante nunca sabía dónde podía encontrarle. Fue allí donde se le ocurrió su famosa metáfora del gato encerrado en una caja, que está a la vez muerto y vivo, al igual que las partículas cuánticas que pueden permanecer en varios estados. El 'procés' está vivo y muerto a la vez. Vivo porque los independentistas siguen contando con un fuerte apoyo electoral, porque hay un profundo sustrato nacionalista en la sociedad y porque sus reivindicaciones conectan con el sentimiento victimista...
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