Ley del Suelo: una norma de "imperiosa necesidad" que el Gobierno vuelve a congelar con su "espantada" en el Congreso para evitar otra humillación parlamentaria

La "espantada" que ha dado hoy el Gobierno retirando el proyecto de modificación de la Ley del Suelo del orden del día del pleno del Congreso de los Diputados ha caído como un jarro de agua fría entre los promotores inmobiliarios. La falta de apoyos del Ejecutivo para sacar adelante el texto en la Cámara Baja le ha llevado a retirarlo para evitar una segunda y estrepitosa derrota parlamentaria en solo una semana tras la de la ley del proxenetismo.

El tacticismo con el que ha manejado el Gobierno la cuestión y que ha justificado por la "falta de sentido de Estado del PP" -la norma habría continuado su tramitación la abstención de los populares, que se han negado a tal extremo- ha dejado al sector sin lo que consideran como una "imperiosa necesidad". El presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de España (APCEspaña), Juan Antonio Gómez-Pintado, ha reclamado un pacto de Estado para desatascar una norma que el sector lleva muchos años reclamando para dar seguridad jurídica al urbanismo español y que, además, atañe a uno de los principales problemas de la sociedad, que es la falta de acceso a la vivienda.

Gómez-Pintado ha asegurado que una vez analizada la ley por los profesionales que componen las comisiones de vivienda y urbanismo de APCEspaña, se ha entendido que el texto cumplía con los requisitos para dar la seguridad jurídica que se necesita. Por ello, cree conveniente que ante la posibilidad manifiesta de que fuese rechazada se haya retirado para dar oportunidad a la negociación.

La presidenta de la patronal madrileña de promotores inmobiliarios, Asprima, Carolina Roca, ha lamentado en el mismo sentido que no haya habido "altura de miras" para sacar adelante la norma.

[[QUOTE:PULL|||El desarrollo de algunos suelos puede llevar ahora mismo décadas]]

Como ejemplo de la necesidad de cambios en esta normativa, desde Neinor Homes, su consejero delegado, Borja Garcia-Egotxeaga, ha asegurado hoy jueves durante la presentación de un estudio sobre la vivienda en España de la mano del Instituto Español de Analistas, que el mercado de suelo está parado, "no se mueve nada", y es "la punta del iceberg" del grave problema que viene. En este sentido, ha explicado que se están haciendo promociones en suelos que tienen 25 años de desarrollo pero que este suelo se acaba, por lo que, si no se hacen cambios profundos se va a dar una situación muy complicada.

Distintos responsables del sector promotor, así como responsables en el Banco de España, han apuntado en este evento a la falta de suelo como uno de los mayores problemas que afronta el sector para sacar nuevo producto al mercado. La Ley de Suelo juega en este aspecto un papel fundamental porque aspira a resolver aspectos como la paralización de los planeamientos urbanísticos por defectos menores que se pueden subsanar fácilmente, lo que permitiría desatascar el "cuello de botella" que supone el suelo y que lleva a que, en ocasiones, se tarden hasta veinte años en desarrollar algunos suelos para habilitarlos para la construcción de viviendas.

Retomarla tras las elecciones

A pesar de volver a meterla en el cajón, desde el Ministerio de Vivienda han insistido hoy en que la Ley del Suelo no se va a abandonar. La ministra, Isabel Rodríguez, ha lamentado que el PP "haya dejado a un lado su posición de partido de Estado para poner una zancadilla al Gobierno", con su decisión de no apoyar la tramitación de la reforma de la Ley del Suelo, aunque ha dicho que confía en "retomar" la negociación con los populares tras las elecciones europeas del 9 de junio.

En declaraciones en el Congreso, Rodríguez ha atribuido al "nerviosismo electoral" la falta de apoyo del PP a una reforma promovida por ayuntamientos y comunidades en los que gobierna, y respaldada unánimemente por el sector inmobiliario. "El nerviosismo electoral sobrepasa el interés general y es una pena", ha dicho la ministra, tras explicar que ha puesto a disposición de los grupos parlamentarios el texto de su proyecto de ley para que, cuando pase el "furor electoral", sirva de base para negociar un reforma "necesaria" que demandan alcaldes de "todos los colores".